En medio de una tregua pactada, el gobierno colombiano y el grupo de disidentes más grande de las FARC, que no se adhirió al acuerdo de paz de 2016, se acusan mutuamente de una serie de mortales ataques, lo que plantea dudas sobre el inicio de las negociaciones de paz programadas.
El Ministerio de Defensa de Colombia responsabilizó a una facción del llamado Estado Mayor Central (EMC), el grupo disidente principal de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), de asesinar a un soldado en Balboa, en el departamento del Cauca, en el suroeste del país.
El EMC, por su parte, publicó varios mensajes en redes sociales en los que acusó al ejército de llevar a cabo una operación que resultó en la muerte de tres guerrilleros y un civil en el mismo municipio.
El acuerdo de cese al fuego entre el gobierno, liderado por Gustavo Petro, y esta facción de las FARC se logró el pasado domingo después de varias semanas de enfrentamientos en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, situados en el suroeste de Colombia. El propósito era iniciar formalmente las negociaciones de paz, que se han pospuesto hasta el próximo lunes.
Ahora, la instalación de estas conversaciones es incierta.
El grupo guerrillero cuestionó si Petro “¿comanda o no?” al ejército, poniendo en tela de juicio su liderazgo, según cifras oficiales, en un grupo de aproximadamente 3,500 miembros.
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