El gobierno colombiano ha decidido retirar a su embajador en Argentina y expulsar a un funcionario diplomático argentino del país cafetero, en respuesta a los recientes dichos ofensivos del mandatario argentino contra su par colombiano. La crisis diplomática estalló luego de que Milei, en una entrevista televisiva, calificara a Petro como un “asesino terrorista” por su pasado como guerrillero del M-19 en la década de los 80. “Mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista”, declaró el líder de la coalición libertaria argentina La Libertad Avanza.
Desde la Cancillería colombiana condenaron enérgicamente las palabras de Milei, tildándolas de una “ofensa para la dignidad del presidente y del pueblo de Colombia que lo eligió de manera legítima y democrática”. En consecuencia, ordenaron el retiro del embajador Camilo Romero de Buenos Aires y la expulsión del encargado de negocios argentino Gustavo Alejandro Dzugala de Bogotá.
No es la primera vez que Milei ataca verbalmente a Petro con calificativos similares. En 2023, tras los comicios que lo llevaron a la presidencia argentina, lo llamó “basura” y “excremento humano” por sus ideas de izquierda. “Los socialistas son malas personas”, generalizó en esa oportunidad.
Petro respondió entonces citando a Milei y comparándolo con Adolf Hitler: “Esto decía Hitler”, escribió en su cuenta oficial, en una clara alusión al discurso de odio y estigmatización verbal.
La tensión en las relaciones bilaterales se remonta a enero pasado, cuando el embajador Romero ya había sido llamado a consultas luego de que Milei tildara a Petro de “comunista asesino que está hundiendo a Colombia”.
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Seguimos “insertándonos en el mundo”. Sale del BRICS, se pelea con Brasil, México, Colombia, es decir todos los que apoyan la soberanía argentina en Malvinas. Eso sí, nos llevamos muy bien con EEUU, Reino Unido e Israel