Con un récord de decesos -superando los 350.000 desde el inicio de la pandemia- y múltiples contagios por día (entre 70.000 y 90.000) que posicionan a Brasil en el segundo puesto de la lista de países con más personas fallecidas, asume el nuevo ministro de Relaciones Exteriores Carlos Alberto Franco França, entre otros cambios que se sucedieron en el gabinete como los reemplazos en la Secretaría de Gobierno, la jefatura del Gabinete de Presidencia, Justicia y Procuraduría de la República.

El Canciller argentino Solá mantuvo un diálogo con França el pasado sábado. En dicho encuentro ambos funcionarios coincidieron en la importancia de profundizar y diversificar el vínculo bilateral. Así también, el entrante funcionario manifestó su apertura para abordar los temas de la agenda entre las dos naciones. Ambos repasaron la agenda regional, y hablaron sobre las fronteras, tema muy importante ante el avance de los casos diarios en ambos países y las restricciones de acceso sobre los límites geográficos. Es por ello que se comprometieron a responder con agilidad ante el posible surgimiento de inconvenientes respecto al transporte terrestre de mercaderías.

Esta comunicación entre los funcionarios no es un hecho aislado si no que la relación bilateral que tienen Argentina y Brasil es histórica. Brasil es uno de los principales socios comerciales de la Argentina junto a China, Estados Unidos, Chile, Vietnam e India. Incluso el vínculo se puede caracterizar como estructural en algunas cuestiones: como el turismo y el Mercosur. Argentina fue uno de los mayores emisores de turistas que viajan a Brasil y ambas naciones tienen un proyecto de inserción mundial común. A su vez, la llamada se instala como un eslabón más de la extensa cadena de vínculos que ha entablado Solá con funcionarios de múltiples países.

La situación epidemiológica se agravó mundialmente, por lo que varios gobiernos han tomado cartas en el asunto imponiendo nuevas restricciones de circulación para tratar de frenar el aumento de casos. Brasil parece ser la excepción, ya que la dirigencia política no se ha manifestado a favor de medidas restrictivas ante el avance de casos.

Actualmente la urgencia sanitaria y las grandes consecuencias de ésta es el tema primordial de la agenda gubernamental, no sólo en la singularidad y particularidad de una nación, si no a nivel global, ya que las mutaciones del virus están amenazando a gran porcentaje de la población y las víctimas van en aumento.

Si bien la incertidumbre fue una gran protagonista del 2020 y sigue acechando a muchos ámbitos, una de las principales diferencias respecto a cómo afrontar el SARS-CoV-2 respecto al pasado año es la irrupción de las vacunas en el escenario internacional, ésta se configura como lugar de esperanza y a su vez, como terreno de disputa. Hasta el pasado lunes, en Brasil se vacunaron alrededor del 10% de la población, aproximadamente veinte millones de personas han recibido la primera dosis.

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