El acceso a una cocina limpia aún sigue siendo una problemática que sufren a diario alrededor de 2 mil millones de personas. En África, el continente más afectado, 970 millones de personas no cuentan con soluciones de cocina limpia y asequible, por lo que quedan expuestas a alternativas nocivas y, en algunos casos, mortales. 

La primera Cumbre sobre Cocina Limpia en África se llevó a cabo el 14 de mayo en París. Representantes gubernamentales, de organizaciones internacionales y del sector privado se reunieron con el objetivo de alcanzar el acceso universal a la cocina limpia. El evento estuvo presidido por los representantes de los gobiernos de Tanzania y Noruega, el Banco Africano de Desarrollo y la Agencia Internacional de Energía. 

Universalizar el acceso a las tecnologías limpias y asequibles es también universalizar los beneficios asociados a la misma, lo cual, responde al Objetivo de Desarrollo Sostenible 7. A diferencia, el uso de biomasa sólida (por ejemplo, madera, desechos agrícolas y estiércol), kerosene o carbón como principal combustible para cocinar tiene sus efectos negativos en la salud, el desarrollo socioeconómico y el ambiente. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en un reporte del año 2023, destacó que 3,2 millones de personas mueren por la contaminación del aire en el hogar, entre ellos, 240.000 son niños menores de 5 años. Además, las mujeres y niñas son las más afectadas en su salud por la alta exposición al humo. A ello, se suma que en este contexto las mujeres son vulnerables a sufrir violencia de género como indica la organización Clean Cooking Alliance.

En relación al desarrollo socioeconómico, esta problemática se sitúa en lugares pobres de alta vulnerabilidad. En muchos casos, para conseguir leña o carbón deben pagar un precio excesivo donde predomina la informalidad y la falta de control. Sumado a ello, las mujeres vuelven a estar entre las más afectadas, como informa la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en las áreas rurales el tiempo dedicado a recoger leña, condiciona el acceso a la educación y al trabajo remunerado. 

A la contaminación del aire y los efectos en la salud, se suma la emisión de gases de efecto invernadero. Como informa el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la quema de combustibles para cocinar contribuye aproximadamente con el 2% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO₂). Además, la producción de leña o carbón contribuye a la degradación del suelo y a la deforestación. 

En la Cumbre sobre Cocina Limpia, la estrategia para revertir esta problemática se ha centrado en el apoyo financiero. La Agencia Internacional de Energía estima que se necesitan 4 mil millones de dólares anuales desde ahora hasta 2030, para alcanzar el acceso universal a una cocina limpia en África Subsahariana.

Desde el sector público y privado se comprometieron a movilizar 2.200 millones de dólares para soluciones de cocina limpia. El Banco Africano de Desarrollo se comprometió a destinar 2 mil millones de dólares durante 10 años. Mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció una inversión por 100 millones de euros en los próximos 5 años.

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