El 6 de junio Boris Johnson logró superar una moción de censura interna dentro de su espacio político, el Partido Conservador. El 7 de julio, poco más de un mes después, renuncia a su cargo como Primer Ministro de Reino Unido e Irlanda del Norte. Su dimisión es un correlato del desgaste en su figura y de una crisis de liderazgo al interior del partido gobernante. Muchos parlamentarios conservadores venían reclamando que se alejara del cargo, pero un evento transcurrido en los últimos días puso fecha de defunción al gobierno de Johnson: las denuncias de acoso sexual de uno de sus colaboradores más cercanos, Chris Pincher.

La renuncia de Boris Johnson se hizo efectiva durante el transcurso de la mañana del jueves 7 de Julio. En un discurso que tuvo lugar frente a la residencia oficial en Downing Street, Johnson manifestó que el momento había llegado para que el Partido Conservador escogiera a un nuevo líder. En el sistema parlamentario británico, el jefe del partido mayoritario es designado Primer Ministro. 

Chris Pincher, era un miembro del Partido Conservador que participó de los gobiernos de Theresa May y de Boris Johnson, desempeñándose como Jefe Adjunto del Gobierno y Tesorero de Hacienda, y como Ministro de Estado para Europa, respectivamente. Pincher tiene numerosas denuncias de acoso sexual. En los últimos días, trascendió que Boris Johnson sabía de la existencia de las mismas, pero, sin embargo, designó a Pincher como parte de su gabinete, sin darle relevancia a las múltiples acusaciones. De esta manera se generó una oleada de renuncias de funcionarios afines a Boris Johnson, argumentando que desconfiaban de la “integridad” del premier. En menos de 48 horas renunciaron casi 60 funcionarios, entre los que se encontraban los encargados de las carteras de economía, Rishi Sunak, y de salud, Sajid Javid.  Esta catarata de renuncias terminó por dinamitar las pocas posibilidades que Johnson tenía de continuar en el cargo al perder el último bastión de apoyo que tenía al interior del Partido Conservador. 

La trascendencia de las denuncias de Pincher, sumado al hecho que Johnson tenía conocimiento de las mismas al momento de nombrarlo parte de su gabinete, fue la gota que rebalsó el vaso, y que culminó en una acción coordinada por parte del parte de los colaboradores más cercanos de Johnson para vaciarlo de poder, provocando de esa manera que no le quede otra opción más que renunciar.

Al escándalo de conducta sexual inapropiada de uno de sus funcionarios más cercanos se le suman el polémico “party-gate” que contempla la realización fiestas clandestinas en la residencia oficial del premier durante el confinamiento estricto producto de la pandemia mundial del Covid-19 ,y a las irregularidades en la financiación de ciertas reformas realizadas en la previamente mencionada residencia.

¿Se acercan nuevas elecciones?

El proceso de renuncia de Johnson no implica el llamamiento a elecciones en Reino Unido. El partido en el poder es el Partido Conservador y así está previsto que sea hasta las elecciones generales de 2024, a menos que el próximo primer ministro decida llamar a elecciones. El proceso de selección del nuevo líder se llevará a cabo al interior del partido gobernante. Mientras tanto Boris Johnson seguirá en el poder, junto a un gabinete que nombró para acompañarlo hasta que tenga lugar la sucesión de poder.

Horizonte complejo

Reino Unido se encuentra atravesando una compleja situación en general. El próximo primer ministro tendrá que hacer frente a un escenario marcado por la inflación, el deterioro del sistema sanitario, un creciente descontento social cristalizado en numerosas movilizaciones populares, la guerra con Ucrania, y la cuestión del Brexit.

Se espera que la inflación para la llegada del otoño sea de un 11%, la más alta en 40 años, producto principalmente por el aumento de la energía y de los alimentos. Algunos especialistas anunciaron que pronto el país podría llegar a entrar en recesión.

En cuanto a la guerra en Ucrania, Reino Unido ha sido uno de los países en brindarle mayor apoyo al país conducido por Zelenski, y en condenar y sancionar la invasión rusa. A su vez Reino Unido ha colaborado con Ucrania moralmente, económicamente y a través de la provisión de armamento. Queda por verse cuál será la posición que adopte el próximo primer ministro. Todo parecería indicar que sea quien sea el candidato, la postura implicará una continuidad respecto a la línea que propuso Boris Johnson.

La cuestión más compleja que tendrá por delante el próximo premier será continuar con las negociaciones del Brexit. Si bien la salida del Reino Unido de la Unión Europea ya es un hecho, Boris Johnson asumió el poder con la promesa de llevar adelante algo que su predecesora no lograba hacer, la salida del Reino Unido de la Unión Europea de una manera eficaz. El saliente premier ha fallado en dicha tarea, ya que no ha logrado establecer una solución definitiva a la cuestión de la frontera entre la República de Irlanda, miembro de la Unión Europea, y de Irlanda del Norte, parte del Reino Unido, y por ende ya no forma parte de la Unión Europea.

El nuevo primer ministro junto a su gabinete asumirán la conducción del Reino Unido bajo una coyuntura sin precedentes en la historia moderna del país. En un contexto marcado por la inflación más alta en 40 años, el virtual colapso del sistema sanitario, un fuerte descontento social, la falta de resolución en torno a la frontera entre el Reino Unido e Irlanda y la cuestión de los movimientos nacionalistas que ponen en jaque la continuidad del Reino Unido como un Estado plurinacional, el gobierno por nacer pondrá a prueba la capacidad de negociación del Partido Conservador para consensuar con los diferentes actores de veto cuyo acuerdo es necesario para el proceso de toma de decisiones. 

Emiliano Guerra
Estudiante de la Licenciatura en Ciencia Política UBA. Orientación en Relaciones Internacionales. Especializado en problemáticas de Estado y gobierno Europeos. IGCSE.

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