El lunes, Perú casi triplicó su cifra oficial de muertos por COVID-19 hasta un total de 180.764, tras una revisión del gobierno, convirtiéndose en el país con la peor tasa de mortalidad per cápita, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Perú ha sido uno de los países de América Latina más afectados por la pandemia de COVID-19, con sus hospitales abarrotados de pacientes y la demanda de oxígeno superando la disponibilidad. Los expertos habían advertido durante mucho tiempo que el número real de muertes estaba siendo subestimado en las estadísticas oficiales.
El gobierno dijo que ahora actualizará su recuento de muertes, que hasta el domingo era de 69.342, en parte debido a la falta de pruebas que dificultaban la confirmación de si una persona había muerto por el virus o por alguna otra causa.
Según los datos de Johns Hopkins, Hungría era el país con el peor número de muertes per cápita por COVID-19, con unas 300 por cada 100.000 personas. Con su cifra de muertos actualizada, Perú se sitúa ahora en más de 500 muertes por COVID-19 por cada 100.000 personas.