Por Lucas Mercado Gutiรฉrrez (Politรณlogos Al Whisky) – 13/11/2020

Mientras en Moscรบ, en Beijing, en Berlรญn y en Brasilia, se debatรญan el futuro de la relaciรณn con los Estados Unidos y el reconocimiento, o no, de la victoria de Joe Biden en las รบltimas elecciones presidenciales, en Ginebra el debate giraba en torno a otro aspecto de la polรญtica interna estadounidense: los derechos humanos.

Este lunes รบltimo se llevรณ a cabo la revisiรณn periรณdica universal (UPR por sus siglas en inglรฉs) de los Estados Unidos, en el marco del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Este es un mecanismo que implica la revisiรณn de la situaciรณn de los derechos humanos en cada Estado miembro de las Naciones Unidas, cada cinco aรฑos. Para ello, cada aรฑo se analiza la situaciรณn en 42 paรญses, dividido en tres sesiones de 14 paรญses cada una. El objetivo es promover una mejora respecto al estado de los derechos humanos de cada Estado miembro. Esta es la tercera revisiรณn que se le hace a Washington, luego de las dos รบltimas en 2015 y en 2010.

Los tres principales temas planteados al Consejo por la ONG The Advocates for Human Rights fueron la explotaciรณn laboral, la cuestiรณn del asilo (pensando en la separaciรณn de las familias migrantes), y la pena de muerte. Sin embargo, a raรญz del malestar social, expresado en masivas protestas no solo en Estados Unidos sino en el mundo, a partir del asesinato de George Floyd, es que la necesidad de reformar un sistema atravesado por el racismo y la impunidad ocupรณ gran parte de la agenda de esta revisiรณn. En tanto esta implica la presentaciรณn de recomendaciones que otros Estados le hacen al paรญs en cuestiรณn, fueron 120 paรญses los que se alistaron para hacer sus recomendaciones a los Estados Unidos en cuanto a cรณmo proteger y respetar los derechos humanos.

La polรฉmica fue tambiรฉn por algunos miembros que, teniendo un mรกs que dudoso registro respecto a la protecciรณn de derechos humanos, han tomado la palabra para hacer sugerencias a Washington. Las constantes condenas a Israel y la โ€œhipocresรญaโ€ por cuanto estos Estados podรญan ocupar un asiento en el Consejo, llevaron a que la administraciรณn Trump, representada por la embajadora Nikki Haley en ese momento, decidiera en el 2018 abandonar el organismo. Sin embargo, esto no le impide a los Estados Unidos participar de estas revisiones y, de hecho, sigue en lรญnea con lo pronunciado tras dejar de ser miembro, cuando se anunciaba que ello no implicaba una falta de compromiso de los Estados Unidos con los derechos humanos. Para esta ocasiรณn, el gobierno estadounidense enviรณ una delegaciรณn a Ginebra encabezada por el subsecretario de Estado para la democracia, derechos humanos y trabajo, Robert Dresto.

Asรญ fue como en la sesiรณn de este lunes intervinieron paรญses como China, quien sugiriรณ terminar con el racismo, abordar la cuestiรณn de la brutalidad policial y combatir la discriminaciรณn contra afroestadounidenses y asiรกtico-estadounidenses. Corea del Norte se expresรณ a favor de terminar con estas mismas cuestiones de discriminaciรณn, asesinatos y torturas. Pakistรกn expresรณ preocupaciรณn por los incidentes causados por la discriminaciรณn, xenofobia, discursos de odio e intolerancia religiosa. Y tambiรฉn Arabia Saudita sugiriรณ reformas en torno a la discriminaciรณn, el racismo y el odio. Paรญses cuya protecciรณn de los derechos humanos son sumamente cuestionados y cuyos estรกndares en esta materia son claramente bajos a nivel internacional.

Pero no fueron los รบnicos. Paรญses tradicionalmente aliados de Washington tambiรฉn dieron a conocer sus recomendaciones, e incluyeron ademรกs de la discriminaciรณn y las desigualdades por cuestiones raciales, un pedido a Estados Unidos para ratificar varios tratados pendientes en materia de derechos humanos y la aboliciรณn de la pena de muerte. En tanto Alemania instรณ a que el paรญs vuelva a unirse al Consejo y a dejar de lado las sanciones impuestas a la fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, quien investiga posibles crรญmenes de guerra cometidos por las fuerzas estadounidenses en Afganistรกn.

Ahora bien, no es la primera vez en el aรฑo que la cuestiรณn de los derechos humanos en los Estados Unidos se pone bajo la lupa en el Consejo. En junio pasado los 54 paรญses de รfrica, liderados por Burkina Faso, lograron abrir la discusiรณn en torno al racismo sistรฉmico, la brutalidad policial y la violencia frente a protestas pacรญficas en los Estados Unidos, que afectaron fundamentalmente a la comunidad afrodescendiente.

Asรญ como el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y su funcionalidad son cuestionados por los polรฉmicos miembros que ocupan las bancas, tambiรฉn hay quienes defienden esta instancia como forma de dejar en evidencia ante la comunidad internacional los atropellos de derechos humanos por parte de algunos Estados, abren la participaciรณn a organizaciones de la sociedad civil y comprometen a sus miembros al cumplimiento de las recomendaciones que los Estados deciden aceptar.

El gobierno estadounidense tendrรก hasta marzo para decidir quรฉ recomendaciones tomarรก, para comprometerse a cumplirlas en el plazo de cinco aรฑos, hasta la prรณxima revisiรณn. Es por ello que algunos miran con esperanza la elecciรณn de la fรณrmula Biden-Harris, en tanto esperan un mayor compromiso con las instituciones del sistema multilateral, que incluya la reincorporaciรณn de los Estados Unidos al Consejo.

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