El nuevo buque petrolero rompehielos de Rusia, Valentin Pikul, alcanzó por primera vez el megaproyecto Vostok Oil en el Ártico, marcando un avance en el desarrollo de la que se considera actualmente la mayor inversión mundial en petróleo y gas. La embarcación, con capacidad para romper hielo de hasta 2 metros de espesor, completó un viaje de dos semanas desde Murmansk, navegando al norte del archipiélago de Nueva Zembla y transitando por el mar de Kara hasta llegar a la desembocadura del golfo de Yeniséi, donde se construye la central petrolera en la península de Taimyr.

En este sentido, Valentin Pikul representa la vanguardia tecnológica rusa en navegación ártica y constituye el primero de una flota de docenas de buques cisterna que Moscú planea desplegar para transportar cientos de millones de barriles de crudo anualmente desde Vostok Oil. La embarcación fue entregada a Rosnefteflot JSC en enero de 2025 y atravesó el Canal de Suez en marzo antes de permanecer fondeada en la bahía de Kola para los preparativos finales de sus pruebas en hielo ártico.

El megaproyecto Vostok Oil está diseñado para producir más de 100 millones de toneladas anuales a plena capacidad, lo que equivale a aproximadamente 2 millones de barriles por día y representaría casi una quinta parte de la producción petrolera actual de Rusia. El CEO de Rosneft, Igor Sechin, confirmó recientemente que la primera fase del proyecto se lanzará en 2026, aunque la producción piloto ya comenzó en el primer trimestre de 2025. Además, explicó que el proyecto tiene como objetivo alcanzar un total estimado de 2.3 millones de barriles por día después de 2030, convirtiendo la terminal en el puerto petrolero más grande de Rusia con 102 reservorios programados para construcción hasta 2030.

El desarrollo de Vostok Oil transformó a Sever Bay en un activo centro industrial, según revelan imágenes satelitales que documentan la construcción de infraestructura crítica desde 2022. Rosneft envió toneladas de equipos de construcción a la península de Taymyr, trabajando durante todo el año para construir el puerto, la terminal de carga y cientos de kilómetros de tuberías.

A esto se suma el hecho de que el arribo del Valentin Pikul al proyecto ártico ocurre en un contexto geopolítico complejo, ya que Estados Unidos incluyó la embarcación en su ronda de sanciones de enero de 2025, como parte de las medidas restrictivas occidentales que impactaron en múltiples desarrollos petroleros y gasíferos rusos.

Redacción
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