China ha interrumpido la venta de drones a Ucrania y a países de Occidente, pero continúa suministrándolos a Rusia, según advirtió el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Esta decisión, que intensifica las preocupaciones sobre la posición de China en el conflicto entre Rusia y Ucrania, podría tener importantes implicancias geopolíticas. Mientras las fuerzas ucranianas enfrentan crecientes desafíos en el campo de batalla, el aparente respaldo tecnológico de Pekín a Moscú genera tensiones adicionales entre China y las potencias occidentales.
Drones, un factor decisivo en el curso de la guerra en Ucrania
Los drones se han convertido en una herramienta clave en el campo de batalla ucraniano, donde tanto las fuerzas rusas como las ucranianas los utilizan para vigilancia, ataques de precisión y como plataformas de armamento improvisadas. El modelo chino Mavic, originalmente diseñado para fotografía aérea, ha sido adaptado por ambas partes del conflicto con fines militares. Sin embargo, según denunció el presidente Zelenski, China ha cesado la venta de estos drones y sus componentes a Ucrania y a países de Occidente, mientras mantiene e incluso incrementa sus envíos a Rusia.

El presidente ucraniano también advirtió que hay líneas de producción de estos equipos en territorio ruso con presencia de representantes chinos. Esta situación llevó a Ucrania a escalar al máximo su propia producción de sistemas no tripulados, incluyendo drones de largo alcance y resistentes a la guerra electrónica. Según declaró el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, el pasado 28 de diciembre, en 2024 los drones de fabricación ucraniana representaron más del 96% del total de vehículos aéreos no tripulados (UAV) utilizados por las fuerzas armadas.
El rol silencioso de China en el rearme tecnológico de Rusia
Un reciente informe del servicio de inteligencia exterior de Estonia advierte que China se ha convertido en el principal canal de contrabando de componentes críticos de origen occidental utilizados por Rusia para la producción de drones militares. Según el documento, publicado en febrero de 2025, aproximadamente el 80% de estos insumos llegan a Moscú a través de territorio chino. El informe sostiene que el gobierno de Pekín facilita estas transferencias de tecnología de doble uso (aplicaciones tanto en el ámbito civil como militar) mediante empresas privadas.

La participación de China en el fortalecimiento de las capacidades de drones rusos plantea serias preocupaciones entre los países occidentales, no solo por su papel en eludir sanciones internacionales, sino también por su potencial para alterar el equilibrio tecnológico en el conflicto. La inteligencia estonia incluso sugiere que oficinas de empresas occidentales radicadas en China podrían estar implicadas en estas operaciones.
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