La semana pasada se dio a conocer la noticia de que más de 200 estudiantes -la mayoría de estas mujeres- fueron secuestrados en dos provincias de Nigeria. Esto, por más grave que suene, suele ser moneda corriente en distintos países de África, en donde el terrorismo, la corrupción y la pobreza conviven en un ambiente muy difícil de habitar. Particularmente, esto tiene lugar en aquellos países de la región denominada como el Sahel, entre los que se encuentran Níger, Chad, Camerún y la nombrada Nigeria. 

En reiteradas ocasiones, el fenómeno del terrorismo aparece fuertemente vinculado a la región que se conoce como Medio Oriente, debido a la presencia de diversas organizaciones de esa índole como lo son ISIS, Al Qaeda, Hamás y Hezbolá, entre otros. Sin embargo, no muy lejos de allí, en el corazón del continente africano –área conocida como el Sahel- aparece como uno de los epicentros del terrorismo a nivel mundial debido a la presencia de distintas organizaciones terroristas. 

Como se sabe, desde la creación del autodenominado “Estado Islámico” –mundialmente conocido como ISIS- y la instauración de su “Califato” en la región de Siria e Iraq, fueron numerosos los grupos terroristas que le han jurado lealtad a ISIS y a sus respectivos líderes. En África, este es el caso de Boko Haram, quien, tras prestarle juramento a ISIS, pasó a llamarse “La Provincia del Estado Islámico en África Occidental –ISWAP, por sus siglas en inglés-. Sin embargo, en 2016, una serie de disputas internas tuvo como resultado la división de esta gran organización en lo que hoy serían dos grupos terroristas distintos operando en África. Por un lado, la Provincia del Estado Islámico en África Occidental, la cual continuó funcionando como la rama de ISIS en la zona, y por el otro, Boko Haram, quien desde hace años desparrama terror en el centro del continente africano y del cual hablaremos en esta columna. 

Boko Haram, el miedo de África

Ahora bien, muchos se preguntarán quién es o más bien, ¿qué es Boko Haram? Un nombre poco conocido que, sin embargo, ha tomado más relevancia en los últimos años si de terrorismo hablamos. Boko Haram es un grupo terrorista de naturaleza yihadista, siendo este, una de las organizaciones terroristas más letales del mundo. 

Surgido en Borno, al noreste de Nigeria, bajo el nombre original de “Jama’atu Ahlis Sunna Lidda’awati wal-Jihad”, este grupo yihadista fue fundado en el año 2002 por, quien fue su primer líder, Mohamed Yusuf. ¿El principal objetivo de Boko Haram? La implementación radical de la Sharia o “Ley Islámica” en todo el norte de Nigeria, tanto para asuntos civiles como así también, para los criminales. Recordemos que Nigeria se encuentra parcialmente divida en un norte que profesa la religión musulmana con un 50% de la población, y un sur cristiano que ronda el 40% de los habitantes del país. 

En principios, Boko Haram se enfocaba en la educación coránica de jóvenes de bajos recursos y tuvo también, uno que otro enfrentamiento con la policía local. De hecho, en uno de estos, su líder Yusuf fue ejecutado en medio de una feroz batalla callejera que tuvo como saldo más de 800 muertos en 2009. Tras un año en la clandestinidad, las riendas del grupo terrorista fueron tomadas por Abubakar Shekau –quien en 2021 moriría en manos de ISWAP- llegando a la escena internacional en el año 2014 con el secuestro de 276 adolescentes en el poblado de Chibok al noreste de Nigeria y llevando a cabo numerosos atentados terroristas que se llevaron la vida de nada menos que 6347 civiles en dicho año, desatando así, el miedo y el caos en Nigeria y en los países aledaños. Esta situación empeoraría año tras año. 

Con el paso del tiempo, la situación se tornó habitué y los atentados terroristas, así como los secuestros masivos, posicionaron a Nigeria y alrededores como uno de los epicentros del terrorismo a nivel global.  

Ante esto, el presidente nigeriano Bola Ahmed Tinubu, quien está en el cargo desde el año pasado, ha prometido –tal como lo hizo su predecesor- a hacerle frente a las organizaciones terroristas nombradas anteriormente, además de los existentes grupos criminales de “bandidos” en la región.

La fuerte presencia de las actividades terroristas llevadas a cabo por Boko Haram en África es clara. La amenaza que este grupo representa para toda la región, también lo es. Esto no deja lugar a dudas a afirmar que tanto Boko Haram, como así también su par ISWP constituyen dos de los grandes ejemplos de que el terrorismo yihadista, y particularmente las organizaciones de dicha índole, no residen únicamente en la región de Medio Oriente, siendo este un fenómeno que trasciende sus fronteras cada vez más, sembrando el terror por donde quiera que la palabra “yihad” aparezca. 

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Máximo Alterman
Licenciado en Ciencias Políticas por Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino y maestrando en RRII en la Universidad de Belgrano. Gran interés en Medio Oriente y particularmente, el fenómeno del Terrorismo

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