Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC) inauguró su primera planta de chips para teléfonos inteligentes en Japón. La planta marca un hito importante para TSMC, ya que se convierte en su primera instalación de producción en el extranjero que comienza a operar desde 2018. No obstante, esto representa otro desafío para China, quien mantiene su asertividad hacia Taiwán.
Luego de un periodo de producción de prueba, la producción en masa de los chips serán provistos para los principales clientes locales, Sony y Renesas. La planta cuenta con Sony Semiconductor Solutions y Denso como inversores minoritarios y producirá chips de entre 12 nanómetros y 28 nanómetros, aptos para una amplia gama de usos en celulares y consumidores de electrónicos. Vale recordar que la planta japonesa anunció a 2021.
“La rapidez con que el gobierno japonés ha concedido subvenciones para atraer a los principales fabricantes de chips lo convierte en uno de los principales destinos para los fabricantes taiwaneses que desean ampliar su producción en el extranjero”, afirma Arisa Liu, veterana analista de chips e investigadora del Instituto de Investigación Económica de Taiwán.
Por otro lado, se supo que Japón se encuentra reactivando la industria ofreciendo subvenciones para atraer fabricantes mundiales de chips. Por ejemplo, Para varios proyectos, como la nueva inversión de TSMC, Micron y Samsung Electronics, el gobierno japonés concedió rápidamente hasta el 50% de las subvenciones para sufragar los costes, dando un ejemplo competitivo en cuanto a rapidez y escala de subvención con el que otras naciones no pueden competir.