A medida que se endurecen las medidas de control de exportaciones en materia de tecnología entre China y Estados Unidos, las tensiones entre ambos países aumentan cada día y se trasladan a nuevos espacios. Cada país impone restricciones sobre el otro y sus productos con el objetivo de salvaguardar sus propios recursos tecnológicos: Beijing ha iniciado controles a la exportación de metales esenciales para la fabricación de semiconductores, mientras que Washington restringe el acceso de China y Rusia a chips de entrenamiento de inteligencia artificial (IA). 

Pero la competencia en esta especie de carrera tecnológica que impone, en cierta forma, una “dinámica de guerra fría”, no se limita solo a sus territorios. Recientemente, el Departamento de Comercio de Estados Unidos declaró que no interrumpió la venta de chips de IA de NVIDIA y Advancement Micro Devices (AMD) a Medio Oriente, ya que se ampliaron los requisitos de licencias de exportación para estos más allá de China. 

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Cabe destacar que Nvidia, empresa tecnológica estadounidense on sede en California, afirmó en una rueda de prensa a finales de agosto que sus chips de alto rendimiento A100 y H100 (los cuales se usan para acelerar el aprendizaje automático en aplicaciones de IA como ChatGPT, por ejemplo) habían sido incluidos en una lista de “no exportación” a algunos países de Medio Oriente. Asimismo, estos productos ya están prohibidos para exportar a China y Rusia. 

Puntualmente este caso de venta de chips de IA a la región de Medio Oriente demuestra que Estados Unidos no ha bloqueado directamente su comercio en el mundo, pero sí deja en evidencia que las medidas de control en materia de licencias de exportación de tecnología son cada vez más estrictas. Es posible que la principal razón de esta decisión norteamericana radique en el temor de que estos chips sean utilizados con otros fines no pacíficos en países como China o Rusia. 

Lo cierto es que, pese a estas noticias, hay múltiples factores y dinámicas que están en juego para el gigante asiático y el norteamericano, como alcanzar la supremacía tecnológica en pos de lograr un liderazgo global en puntos claves como la IA, el 5G, la tecnología espacial, entre otros. Asimismo, este ámbito tecnológico ya forma parte de las estrategias nacionales de ambos países, convirtiéndose en un claro conflicto de intereses. 

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Redacción
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