El martes, el fabricante de semiconductores taiwanés TSMC anunció su compromiso de invertir 3.500 millones de euros (equivalentes a 3.800 millones de dólares) en la creación de una fábrica en Alemania, marcando la primera incursión de la compañía en Europa. Esta decisión aprovecha el sólido respaldo gubernamental destinado a la planta que tiene un valor total de 11.000 millones de dólares, en sintonía con los esfuerzos del continente por acercar las cadenas de suministro al ámbito local.

Esta instalación, que será la tercera de TSMC (2330.TW) fuera de sus bases de producción tradicionales en Taiwán y China, reviste gran importancia para los objetivos de Berlín de impulsar la industria nacional de semiconductores, elemento esencial para preservar la competitividad global del sector automotriz alemán.

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Con el fin de alcanzar a Asia y Estados Unidos después de que la escasez y los altos costos de los chips durante la pandemia de COVID-19 causaran estragos en la industria automotriz y manufacturera del continente, la Unión Europea aprobó una legislación que respalda el sector de los chips, otorgando un plan de subsidios de 43 mil millones de euros para duplicar la capacidad de producción de chips para el año 2030.

Los funcionarios alemanes informaron que Alemania, que ha estado trabajando para atraer al fabricante de chips más grande del mundo desde 2021, contribuirá con hasta 5.000 millones de euros a la fábrica que se establecerá en Dresde, la capital del estado de Sajonia en el este del país.

El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que Alemania está encaminada a convertirse en el principal centro de producción de semiconductores en Europa, un logro que llega menos de dos meses después de que Intel (INTC.O) anunciara su plan de invertir 30.000 millones de euros en la construcción de dos plantas de chips en el país.

Sajonia, que ya alberga varios “fabricantes” de chips y mantiene una tradición arraigada en la artesanía de precisión, ha sido el epicentro de la industria electrónica de la antigua Alemania Oriental. Durante las negociaciones, los representantes de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC) visitaron el museo Green Vault en Dresde para admirar joyas exquisitamente elaboradas.

La inversión de TSMC en Sajonia es la más grande en la historia de la región y brinda un impulso al primer ministro estatal conservador Michael Kretschmer, quien enfrenta un importante desafío por parte del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania en las elecciones regionales del próximo año.

En una conferencia de prensa, Kretschmer expresó que para lograr el éxito de esta empresa, Alemania debe transformarse en un país que atraiga a inmigrantes, reconociendo que cubrir las 10.000 vacantes que se generarán a raíz de la fábrica y sus proveedores requerirá más que las inversiones en capacitación que ya están en marcha.

TSMC informó que destinará hasta 3.499 millones de euros en su subsidiaria, la European Semiconductor Manufacturing Company (ESMC), de la cual mantendrá una participación del 70%. Las empresas alemanas Bosch (ROBG.UL) e Infineon (IFXGn.DE), junto con la firma holandesa NXP (NXPI.O), serán propietarias del 10% de la planta, la cual tendrá la capacidad de producir hasta 40.000 obleas al mes destinadas a automóviles y productos industriales y domésticos, una vez que entre en funcionamiento en 2017.

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La inversión total en la fábrica alcanzará aproximadamente 10.000 millones de euros.

Wolfspeed (WOLF.N), un fabricante de semiconductores, también ha aprovechado los subsidios ofrecidos para establecerse en Alemania, en línea con el objetivo de la UE de aumentar su participación en el mercado mundial de semiconductores al 20% para 2030.

El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, elogió esta inversión como un voto de confianza en la economía alemana, la cual se ha visto afectada por los altos precios de la energía como resultado de la invasión rusa en Ucrania. Esta situación ha generado desaceleración y preocupación por la posible desindustrialización de Europa.

Habeck comentó que se establecerá un auténtico ecosistema para la fabricación de semiconductores en Alemania, lo que generará demanda para todo el sector, incluidos los fabricantes de maquinaria y óptica, así como para trabajadores especializados.

Además de esta inversión en Alemania, TSMC está comprometida con la creación de una nueva planta en el estado de Arizona, en el oeste de Estados Unidos, con una inversión de 40.000 millones de dólares. Esto respalda los planes de Washington para aumentar la producción de chips en el país. Asimismo, TSMC está colaborando en la construcción de una planta en Japón en asociación con Sony.

TSMC comunicó después de una reunión de su junta directiva, en la cual se aprobó la inversión en Alemania, que también destinará hasta 4.500 millones de dólares en capital para la planta en Arizona, como parte de la inversión global de 40.000 millones de dólares.

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Redacción
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