El conflicto entre Rusia y Ucrania se adentra en un nuevo desafío con la llegada del invierno. La falta de avances significativos durante la ofensiva de verano en Ucrania, combinada con un cambio en la ventaja material en el campo de batalla, plantea un dilema estratégico para Kiev mientras lucha por mantener la iniciativa.

A pesar de los esfuerzos enérgicos de las Fuerzas Armadas de Ucrania, cinco meses de operaciones ofensivas no han logrado romper las líneas defensivas rusas en Zaporizhzhia. A menos que las fuerzas rusas decidan retirarse, es improbable que Ucrania avance hacia Tokmak este año. La situación actual enfrenta a Ucrania con un difícil equilibrio entre mantener la presión sobre las fuerzas rusas y reconstituir sus unidades para futuras operaciones ofensivas.

Desgaste e iniciativa

Tanto Rusia como Ucrania han enfrentado dificultades para generar poder ofensivo de combate en 2023. El desgaste de oficiales experimentados y personal de campo entrenado ha limitado la escala de operaciones ofensivas. Las densas áreas minadas y el terreno restringen las operaciones ucranianas a escala de compañía. Sin embargo, cuando han intentado operaciones a mayor escala, han perdido sincronización con sus armas de apoyo.

Rusia también ha enfrentado problemas para coordinar actividades a mayor escala, aunque ha intentado hacerlo con un alto costo en personal y material. La capacidad de ambos lados para ampliar sus operaciones se ve limitada por la falta de oportunidades de entrenamiento. Las unidades ucranianas en el frente luchan por alejarse lo suficiente de las fuerzas rusas para entrenar a mayor escala.

El equilibrio material

Ucrania se enfrenta a un nuevo desafío debido a cambios en el equilibrio material. Durante el verano, Ucrania logró superioridad de fuego, lanzando más proyectiles al día contra las posiciones rusas que los devueltos en muchos sectores. Esto fue fundamental para su progreso, pero consumió una cantidad significativa de munición, con más de 200,000 cartuchos al mes.

Sin embargo, no habrá suficiente munición para mantener este ritmo, y las tasas de producción de munición siguen siendo bajas. Rusia, por otro lado, ha aumentado su producción y recibe suministros de munición de otros países. Los cuellos de botella en las piezas críticas dificultarán que Rusia logre una ventaja en el fuego durante el próximo trimestre, pero Ucrania también se enfrenta al desafío de mantener el desgaste ruso sin una abundancia de artillería.

Mantener a Rusia desequilibrada

Ucrania tiene opciones para seguir presionando a Rusia en el sur del país. Los ataques cuidadosamente planificados y los ataques de largo alcance han dañado la infraestructura de las fuerzas rusas, lo que ha debilitado su capacidad de respuesta. Ucrania puede aprovechar la anchura del frente para mantener a las fuerzas rusas en el campo a medida que se deteriora el tiempo. Esto puede aumentar las pérdidas rusas y limitar su capacidad de entrenamiento.

El invierno plantea la oportunidad de maximizar las pérdidas rusas si las tropas rusas se ven atrapadas en la defensa a lo largo de un amplio frente, lo que las hace vulnerables a las condiciones climáticas. Aunque Rusia ha aumentado su producción de munición, las defensas aéreas de Ucrania son esenciales para protegerse de ataques aéreos rusos.

Te puede interesar: ¿Rusia está creando una alianza con Corea del Norte y China para responder la “amenaza” de Estados Unidos?

Fuente: RUSI

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

Dejá tu comentario