Se viven momentos tensos en la frontera entre México y Estados Unidos. A principios de julio, el gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, hizo instalar un muro flotante en el medio del Río Grande, que traza la frontera entre ambos países durante una parte de su recorrido. El muro se extiende por 350 metros a la altura de Eagle Pass, en Texas, y Piedras Negras, en Coahuila, y es parte de la iniciativa de seguridad fronteriza del gobernador comenzada hace dos años llamada “Operación Estrella Solitaria”.
La barrera tiene poco más de un metro de altura, cuenta con un entramado de redes para imposibilitar el nado por debajo y es movible para poder ser “utilizada estratégicamente” en focos de actividad migratoria, según comentó Abbott en una conferencia de prensa el pasado junio. Si bien no es una barrera infranqueable, el muro flotante está diseñado para disuadir el paso de grandes grupos de personas. Además, se colocaron hileras de alambre de púas en la orilla estadounidense y se removió la vegetación de la ribera para facilitar la vigilancia.
Abbott dijo que uno de los objetivos de estas boyas es prevenir más muertes, ya que en las aguas del Río Grande mueren decenas de migrantes todos los años, pero sus opositores denuncian que el muro no va a disuadir a los migrantes de intentar cruzar, sino que las boyas y redes solo van a hacer más peligroso y letal el cruce para quienes lo intenten.
Operación Estrella Solitaria
El muro forma parte de la operación con la que el gobernador Abbott busca asegurar una mayor parte de la frontera de su estado. Una iniciativa cuyos costos alcanzan los 4 mil millones de dólares y que ha incluido otras medidas como la concesión de autoridad a la Guardia Nacional para realizar detenciones y, además, el traslado de migrantes a ciudades santuario, proceso en el que los migrantes que cruzaban hacia Texas de manera ilegal eran subidos a autobuses y enviados a ciudades de mayoría demócrata como Nueva York, Chicago o Washington, todo pagado por los contribuyentes tejanos. Estos traslados tenían como objetivo denunciar la política migratoria de la Administración Biden.