Durante el pasado “miércoles de huelga”, medio millón de maestros, funcionarios públicos y maquinistas británicos se declararon en huelga para protestar por los bajos salarios, mientras que los sindicatos amenazan con más interrupciones si el gobierno continúa atrincherado sobre las demandas de pago. En lo que se considera como el paro coordinada más grande de la década en Reino Unido.
Como consecuencia de las huelgas masivas en todo el país, cerraron escuelas, detuvieron la mayoría de los servicios ferroviarios y obligaron a las fuerzas armadas a estar en espera para ayudar con los controles fronterizos en un día denominado “Miércoles de huelga”. En este sentido, según los sindicatos, participaron hasta 300.000 docentes – el grupo más grande involucrado – como parte de una acción más amplia que incluye a 500.000 personas, el número más alto desde 2011 cuando los funcionarios públicos se retiraron en masa.
Frente a esto, el primer ministro britanico, Rishi Sunak, se pronunció y condenó las huelgas que obligaron a millones de niños a faltar a la escuela. Afirmando: “Tengo claro que la educación de nuestros hijos es preciosa y ellos merecen estar hoy en la escuela siendo enseñados”.
Su gobierno ha optado por una línea dura contra los sindicatos, argumentando que ceder a las demandas de grandes aumentos salariales sólo avivará aún más el problema de la inflación en Gran Bretaña. Sin embargo, encuestas recientes mostraron cómo el Partido Conservador ha estado por detrás del opositor Partido Laborista hasta en 25 puntos porcentuales, mientras que también indican que el público piensa que el gobierno ha manejado mal las huelgas.
Con una inflación de más del 10%, alcanzando el nivel más alto en cuatro décadas, Gran Bretaña se ha visto atravesada por una ola de huelgas en los últimos meses en los sectores público y privado, que incluyen tanto a los trabajadores de la salud y el transporte, como a los empleados de almacén de Amazon y el personal postal de Royal Mail.
Las exigencias de los huelguistas apuntan a aumentos salariales por encima de la inflación para lograr cubrir las “vertiginosas” facturas de alimentos y energía que, según sostienen, “los han dejado luchando para llegar a fin de mes”. Mary Bousted, secretaria general del Sindicato Nacional de Educación, dijo al medio Reuters, que los docentes de su sindicato “sentían que no tenían más remedio que ir a la huelga, ya que la disminución de los salarios significaba que muchos abandonan la profesión, lo que dificulta las cosas para los que se quedaban”.
Y agregó: “Ha habido, en los últimos 12 años, una disminución a largo plazo realmente catastrófica en su salario. Están diciendo, muy a regañadientes, que ya es suficiente y que las cosas tienen que cambiar”. Mientras protestaba frente a una escuela en el sur de Londres, ciudad donde también decenas de miles de trabajadores de la educación marcharon por el centro con pancartas que decían: “Los niños merecen algo mejor” y “Salvemos nuestras escuelas, paguemos”.
En línea a esto, estiman que la próxima semana, enfermeras, personal de ambulancias, paramédicos, encargados de las llamadas de emergencia y otros trabajadores de la salud llevarán adelante más huelgas. Mientras que esta semana personal de bomberos también apoyan una huelga nacional.
Fuente: Reuters.
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