Frente al reconocimiento de independencia de los territorios de Lugansk y Donetsk por parte de Rusia, diversos países se han manifestado a favor de detener la construcción y certificación del gasoducto Nord Stream 2.
Uno de los países con una posición ampliamente marcada fue Alemania, luego de que el pasado martes el ministro de Energía Robert Habeck ordenara la retirada de una evaluación necesaria para autorizar el gasoducto.
Sin embargo, otros países han respaldado la postura de Rusia y reafirmado que “ningún otro país tiene la capacidad de reemplazar el suministro de gas ruso a Europa con gas natural licuado (GNL) en caso de interrupción debido a un conflicto” con Ucrania.
Este es el caso de Qatar, país que sostiene que Rusia proporciona entre el 30 y el 40 por ciento del suministro a Europa y que, de ser cortado, no es posible reemplazarlo tan fácil.