En la última semana el canciller Santiago Cafiero realizó una serie de definiciones en términos de política exterior, anticipando los próximos pasos del Ministerio de Relaciones Exteriores en temas que incluyen las relaciones de la Argentina con Estados Unidos, con China y con América Latina. Las declaraciones del ministro se realizaron en el marco del encuentro que tuvo con periodistas, organizado por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y de una entrevista concedida al Diario Perfil.

El canciller no dudó en calificar a la política exterior argentina como realista en tanto “opera sobre un mundo aún conmocionado por la pandemia y sobre el mundo real, sobre los dirigentes que están”. En ese sentido, Cafiero evitó hacer elogios al triunfo de Gabriel Boric en Chile, destacando el principio histórico de no-injerencia de la Argentina en asuntos internos de otros Estados. Sin embargo, sostuvo que desde el país se sentirán “más acompañados” si hay afinidad y una lucha común contra la desigualdad. En esta línea, el ex Jefe de Gabinete también adelantó que el presidente Alberto Fernández tiene intenciones de asistir a la asunción de Boric, en marzo próximo.

Además del reciente triunfo en Chile, Cafiero resaltó la importancia del Mercosur como política de Estado en términos de integración y como bloque que permite disminuir la posible tensión entre los cuatro países miembros. Y si bien las diferencias entre Jair Bolsonaro y Lula son evidentes, el canciller desestimó que la invitación al ex mandatario brasileño a la “fiesta de la democracia” el 10 de diciembre pasado sea motivo de tensiones con Brasilia. Sin embargo, también es claro que las relaciones entre Buenos Aires y Brasilia se encuentran en su peor momento, y que la invitación de Lula, quien además se perfila como candidato y favorito en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de 2022, no ayuda a disminuir las tensiones entre los mandatarios de las principales economías sudamericanas.

Co  respecto al resto de América Latina, más allá de la Argentina haber sido elegida para presidir el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Cafiero confirmó que el próximo 7 de enero habrá en la Argentina una cumbre de cancilleres de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), y a la cual serán invitados los cancilleres de Cuba, Nicaragua y Venezuela, cuyos regímenes son altamente cuestionados por la comunidad internacional. De esta manera, el país insiste en alcanzar los consensos para presidir dicho foro regional, cuya presidencia actualmente está a cargo de México. Vale recordar que la última cumbre de este organismo en septiembre pasado representó un revés diplomático para la Argentina, en tanto Nicaragua había adelantado que no votaría a favor de su presidencia. Al mismo tiempo, Felipe Solá recibía el llamado que lo dejaría fuera de la Cancillería, en pleno acto de sus funciones.

Reuters

Por otra parte, el ministro tampoco escatimó en dar algunas definiciones en torno a la relación de la Argentina con las principales potencias. Respecto a su relación con China, Cafiero confirmó que el gobierno nacional se encuentra avanzando en la firma de un memorándum de entendimiento con el país asiático para que la Argentina se sume al proyecto la nueva Ruta de la Seda, con el objetivo de acceder a financiamiento e inversiones fundamentalmente en torno a proyectos de infraestructura.

En cuanto a la relación Buenos Aires – Washington, la misma seguirá estando marcada por las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, y fundamentalmente luego de que no se concretara la aprobación del Presupuesto 2022 en el Congreso Nacional. En este marco, el país también espera la llegada del flamante embajador estadounidense Marc Stanley, confirmado en el cargo recientemente por el Senado de aquel país, y quien había sido crítico por la falta de un plan económico del país. En otros temas, el titular de la Cancillería viajará a Nueva York el 4 de enero próximo para asistir a los encuentros por el Pacto de No Proliferación Nuclear.

Frente a las tensiones entre ambas potencias y el rol de la Argentina, Cafiero confirmó la convicción multilateral de la agenda argentina, la posición equidistante, y el trabajo en torno a una agenda autónoma. Para el canciller, “la Argentina tiene un único aliado estratégico: la defensa de sus intereses nacionales”.

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