Corea del Norte confirmó el miércoles que había probado un misil recién desarrollado y diseñado para ser lanzado desde un submarino, la primera prueba armamentística de este tipo en dos años y que, según afirma, reforzará la capacidad operativa submarina de su ejército.
La prueba del martes fue el quinto lanzamiento de un misil desde septiembre y se produjo mientras Corea del Norte intensifica la presión sobre Washington y Seúl para que abandonen lo que Pyongyang considera políticas hostiles, como los simulacros militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur y las sanciones internacionales al Norte.
La Agencia Central de Noticias de Corea del Norte, dirigida por el Estado, declaró que la última prueba “contribuirá en gran medida a situar la tecnología de defensa del país en un nivel elevado y a mejorar la capacidad operativa submarina de nuestra armada”.
Dijo que el nuevo misil ha introducido tecnologías avanzadas de guía de control, incluyendo la movilidad de flanco y la movilidad de salto de planeo.