Nuevo triunfo para el polémico presidente Nayib Bukele, quien es visto por buena parte del mundo occidental como autoritario luego de que el Congreso de abrumadora mayoría oficialista confirmara la destitución de los jueces de la Suprema Corte y el fiscal general. Dicho movimiento profundizó el giro déspota de Bukele, envalentonado tras el triunfo en las parlamentarias de febrero.
El Parlamento de El Salvador respaldó la iniciativa del Ejecutivo de forma exprés, sin debates dada la holgada mayoría con la que cuenta el oficialismo en el cuerpo legislativo. El monto total de los mismos alcanza los USD 730 millones.
El titular del Palacio de Hacienda, Alejandro Zelaya, solicitó al Congreso la aprobación de más préstamos en las próximas semanas por un valor de USD 800 millones. El ministro de Economía admitió que el nivel de deuda externa de El Salvador subió al 82% del PBI pero afirmó que el aumento provocado por los préstamos no afecta la capacidad futura de pago del país.
El objeto de los polémicos préstamos incluyen financiamiento para afrontar la tercera fase del plan de seguridad gubernamental. Bukele ha hecho de su enfrentamiento con las pandillas mara, que asolaron con su brutalidad al país en el pasado, su gran bandera de gestión.