A principios del 2020, el cierre total de grandes ciudades por el aislamiento en medio de la pandemia trajo consigo una importante reducción de las emisiones de dióxido de carbono que causan el calentamiento global. Una caída en las emisiones que no se observaba en tal magnitud desde la Segunda Guerra Mundial. Hoy el mundo está retornando lentamente a una nueva normalidad, y es en este contexto que la Agencia Internacional de Energía (IEA) publicó un reporte que revela datos desalentadores en cuanto a las emisiones de carbono.
De acuerdo a la IEA, en 2020 que las emisiones cayeron un 6% con respecto a los niveles del 2019. Sin embargo, el panorama cambio rápidamente a medida que avanzaba el año hasta llegar a emisiones en diciembre que superaban en un 2% los números correspondientes al 2019, lo cual se traduce en 60 millones de toneladas de carbono que ingresaron a la atmósfera.
“El repunte de las emisiones globales de carbono hacia fines del año pasado representa una severa advertencia de que no se está haciendo lo suficiente para acelerar las transiciones a la energía limpia en todo el mundo. Si los gobiernos no actúan rápidamente con las políticas energéticas adecuadas, esto podría poner en riesgo al mundo”, dijo el director ejecutivo de la IEA, Fatih Birol.
De alguna manera, el mundo logró contaminar aún más durante los últimos meses de pandemia, y aunque ha habido enormes caídas en las emisiones de gases de efecto invernadero a principios del 2020, un documento de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sugiere que prácticamente no hay impacto en la inminente crisis climática.
Mientras tanto, Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, expresó que “el 2021 es el año de ahora o nunca, no estamos muy tarde, pero tenemos que asegurarnos de crear las condiciones para reducir las emisiones en la próxima década y lograr que sea posible la meta de mantener el calentamiento en los 1,5 C”. La temperatura ha llegado a 1,2 grados por encima de los niveles preindustriales, y el punto sin retorno se acerca.
Expresar que el planeta Tierra está llegando a un ‘punto de no retorno’ advierte que estamos cada vez más cerca de un aumento de la temperatura global que se verá acompañado de una subida del nivel del mar, la extinción de más de un millón de especies de plantas y animales, y enfermedades causadas por la contaminación que harían la vida humana prácticamente imposible.
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