Un día como hoy, hace 78 años, Argentina reafirmaba ante la Asamblea General de las Naciones Unidas sus derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y la Antártida Argentina. Aquella declaración de 1947 marcó el inicio de una línea diplomática constante, coherente y fundada en el derecho internacional, que el país ha sostenido, en mayor o en menor medida, desde la creación misma de la ONU.

Créditos: Ministerio de Relaciones Exteriores, Argentina

Los orígenes de la Cuestión Malvinas en el ámbito multilateral

En mayo de 1945, mientras se debatían las funciones de la futura Asamblea General, la Delegación argentina participó activamente en las discusiones sobre los Territorios No Autónomos (TNA) y el sistema de fideicomisos. En ese marco, formuló una reserva expresa de soberanía sobre todos aquellos territorios “en disputa u ocupados por otro Estado”, una posición que quedó incorporada al informe final del relator y que sería el antecedente inmediato de la doctrina argentina sobre Malvinas.

Al año siguiente, durante el primer período de sesiones de la Asamblea General (1946), las potencias administradoras presentaron la lista de Territorios No Autónomos comprendidos en el Capítulo XI de la Carta de las Naciones Unidas, cuyo artículo 73 establece la obligación de informar al Secretario General sobre su administración. El Reino Unido incluyó en esa lista a las Islas Malvinas, y la Argentina respondió con una nueva reserva formal de sus derechos soberanos, reafirmando que el archipiélago era parte integrante de su territorio nacional.

La declaración de 1947 ante la Cuarta Comisión

El 1 de noviembre de 1947, durante el segundo período de sesiones de la Asamblea General, la Delegación argentina presentó una declaración formal ante la Cuarta Comisión para salvaguardar sus derechos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y la Antártida Argentina. El texto expresaba con claridad:

“La República Argentina no ha reconocido nunca la ocupación de referencia, y ha protestado por el acto originario que la determinó, cada vez que las circunstancias así lo permitieron. Tampoco reconoce los actos que cualquier otra potencia pueda realizar en otras islas antárticas (…) pues esas islas y tierras pertenecen a la República Argentina por incuestionables derechos históricos, jurídicos y geográficos, y por el ejercicio continuado de su soberanía.”

La delegación agregó además una precisión terminológica que mantiene plena vigencia: “El nombre correcto de las islas mencionadas en los informes del Reino Unido es Malvinas, lo cual se encuentra ampliamente justificado por numerosos antecedentes históricos.”

Una política de Estado sostenida en el tiempo

Desde entonces, la Argentina ha reiterado sistemáticamente su posición cada vez que la Cuarta Comisión examinó los informes británicos relativos al territorio, dejando en claro que la ocupación británica de 1833 fue y sigue siendo un acto ilegítimo contrario a los principios de integridad territorial. Esta línea de acción se ha mantenido sin interrupciones a lo largo de distintas administraciones, lo que la convierte en una verdadera política de Estado, transversal y sostenida por el consenso de la sociedad argentina y el respaldo del sistema internacional.

A 78 años de aquella primera intervención ante la ONU, la posición argentina sigue siendo la misma: reafirmar sus derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes; preservar su integridad territorial y rechazar cualquier intento de legitimar una ocupación colonial; e impulsar una solución pacífica y negociada conforme a las resoluciones de Naciones Unidas, en especial la 2065 (XX), que reconoce la existencia de una disputa de soberanía e insta al Reino Unido a entablar negociaciones bilaterales.

La defensa de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas constituye, así, una causa nacional de alcance internacional, profundamente arraigada en la historia diplomática del país y en el compromiso permanente de poner fin, por medios pacíficos, a todas las formas de colonialismo.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

2 COMENTARIOS

  1. Lamentablemente, a 192 años de la 1ª INVASIÓN BRITÁNICA a las Islas y a 4 décadas de su 2ª. INVASIÓN no hemos aprendido la NECESIDAD DE CAMBIAR LA HERRADA INTERPRETACIÓN DIPLOMÁTICA en la ONU, especialmente a partir de la Resolución AGNU 3314 de 1974:

    No es “ocupación ilegal”. ES INVASIÓN.
    No es una disputa de soberanía. ES UNA AGRESIÓN.
    No es Inglaterra ni Gran Bretaña. ES LA CORONA BRITÁNICA Y SU REINO UNIDO.
    No fue Margaret Thatcher. Fue Elizabeth II y es el REY CARLOS III
    No son solo 15.000 km2 de islas. SON 2.600.000 km2 de ISLAS Y MAR (casi otra Argentina continental invadida en el mar).
    No son solo las islas y su mar. TAMBIÉN ES LA ANTÁRTIDA de 4.600.000 km2.
    No es solo el valor material de las jurisdicciones. ES TAMBIÉN EL VALOR GEOPOLÍTICO BIOCEÁNICO Y BICONTINENTAL.
    No es solo el presente. ES EL FUTURO DE NUESTROS HIJOS Y NIETOS.
    No es solo recordar y reivindicar los derechos argentinos. ES RECUPERAR NUESTRAS ISLAS.
    No es solo educar. Es ACCIONAR CON DETERMINACIÓN.
    No es solo la diplomacia. SOMOS TODOS, CON TODOS NUESTROS RECURSOS Y CAPACIDADES DE INFLUENCIA.
    No solo el deseo de la paz. ES LA NECESIDAD DE DEFENDER LO NUESTRO, PARA NOSOTROS Y NUESTRA POSTERIDAD.

    • Gracias, excelente posteo el suyo, solo le hago una salvedad, no fue Thatcher y sí los reyes contemporáneos, pero el “principal” responsable de la ilegítima invasión de nuestros territorios insulares fue el monarca que reinaba en 1833.

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