Estados Unidos ha redirigido 20.000 misiles equipados con el sistema de guía láser APKWS, originalmente adquiridos para ser enviados a Ucrania, hacia unidades de su Fuerza Aérea desplegadas en Medio Oriente.

“Habíamos acordado un proyecto con el secretario de Defensa Austin, durante la administración anterior. Contábamos con 20.000 misiles para contrarrestar los Shaheds. Esta mañana, mi ministro de Defensa me informó que Estados Unidos los ha transferido a Medio Oriente”, declaró Zelenski, visiblemente molesto por la decisión que afecta las capacidades de defensa aérea de Ucrania en medio de los continuos ataques con drones de fabricación iraní.
Un cambio estratégico amparado en una cláusula legal
Los misiles APKWS habían sido adquiridos a través del programa Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania (USAI), un mecanismo financiero implementado por la administración Biden que permite la adquisición de armas y tecnología militar para Kiev mediante fondos gubernamentales.

Esta disposición ha comenzado a generar tensiones políticas en Washington. Legisladores del Congreso que apoyan la causa ucraniana cuestionan la falta de transparencia del Pentágono y advierten que este precedente podría allanar el camino para que una futura administración, particularmente una bajo el liderazgo de Donald Trump, reoriente más armamento originalmente comprometido con Ucrania.
Baja actividad militar en Yemen pone en duda el “carácter urgente”
El desvío del armamento coincide con la tregua alcanzada en mayo de 2025 entre Estados Unidos y los rebeldes hutíes de Yemen, conflicto que había representado una de las principales amenazas con drones para las bases estadounidenses en la región.
A partir de ese acuerdo, Washington suspendió sus bombardeos y los hutíes cesaron los ataques contra objetivos estadounidenses, debilitando así la justificación de un traslado inmediato de sistemas antidrones al teatro de operaciones de Medio Oriente.

Tecnología clave para interceptar drones
El APKWS (Advanced Precision Kill Weapon System) es un sistema que transforma los cohetes Hydra de 70 mm en municiones de precisión mediante un módulo de guía láser. En su configuración antidron, incorpora una espoleta de proximidad, lo que permite que la carga explosiva detone cerca del objetivo incluso sin impacto directo, elevando notablemente su eficacia frente a amenazas pequeñas y ágiles como los drones kamikaze.

Estos misiles han sido incluidos en paquetes de ayuda tanto de Estados Unidos como de Alemania a Ucrania, y se consideran fundamentales para neutralizar enjambres de drones a bajo costo.
Hasta el 31 de diciembre de 2024, Ucrania había recibido 11.400 millones de dólares en asistencia militar a través del USAI. A esa cifra se suman 11.200 millones en contratos firmados para entregas futuras y otros 10.600 millones aún no contratados. La reasignación de parte de ese material revive interrogantes sobre la ejecución de dichos compromisos y el grado de seguridad jurídica que los respalda.
Te puede interesar: En medio de las tensiones con EE.UU. por la guerra en Ucrania, el buque de investigación oceanográfica Almirante Vladimirsky de la Armada Rusa arribó a Cuba