La inteligencia exterior de Ucrania reveló información contundente sobre la participación activa de China en el sostenimiento del complejo militar-industrial ruso. Según el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior, Oleh Ivashchenko, al menos veinte plantas de defensa rusas estarían recibiendo insumos militares clave por parte de empresas chinas, lo que representa una colaboración directa en el esfuerzo bélico de Moscú contra Ucrania.
“Contamos con información confirmada sobre el envío de maquinaria especializada, productos químicos industriales, pólvora y componentes críticos a fábricas del sector defensa ruso”, aseguró Ivashchenko en declaraciones del lunes. Esta afirmación constituye una de las acusaciones más explícitas por parte de Ucrania respecto del involucramiento chino en el conflicto, superando los señalamientos previos de cooperación indirecta a través de intercambios comerciales.
El informe ucraniano refuerza lo expresado por el presidente Volodímir Zelenski en abril, cuando denunció públicamente que China había comenzado a enviar proyectiles de artillería y pólvora a Rusia. Ante esa acusación, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino respondió calificando las declaraciones de “infundadas”. Sin embargo, como respuesta, Kyiv sancionó a tres empresas chinas vinculadas con envíos de material bélico.

Además del suministro a plantas de armamento, Ivashchenko detalló que los servicios de inteligencia ucranianos han documentado al menos cinco instancias de cooperación ruso-china en el sector aeronáutico entre 2024 y 2025. Estas colaboraciones incluyeron transferencias de equipos aeronáuticos, repuestos y documentación técnica esencial para el mantenimiento y modernización de las flotas aéreas rusas. También se identificaron seis casos adicionales de envíos masivos de productos químicos especializados con uso potencial en la fabricación de armamento, aunque no se revelaron detalles específicos por motivos de seguridad.
Desde la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, China ha emergido como el principal socio económico de Rusia, aprovechando el vacío dejado por las sanciones occidentales. Si bien Beijing mantiene una posición oficial de “neutralidad”, con llamados al diálogo y negociaciones de paz, la profundización de su vínculo estratégico con el Kremlin sugiere una alineación práctica más cercana a Moscú que a los intereses de estabilidad internacional.

Las nuevas revelaciones ucranianas podrían intensificar la presión sobre China por parte de las potencias occidentales. Tanto Estados Unidos como Europa evalúan nuevas medidas sancionatorias y restricciones al comercio para evitar que productos de doble uso o bienes estratégicos lleguen a manos rusas a través de terceros países.
Analistas advierten que el continuo flujo de apoyo tecnológico e industrial desde China podría alargar el conflicto, debilitar el régimen de sanciones vigente y consolidar una arquitectura paralela de cooperación militar entre potencias revisionistas. Ante este escenario, Ucrania instó a una mayor coordinación entre sus aliados para desarticular las cadenas globales de suministro que siguen alimentando el aparato militar ruso.
El involucramiento de Beijing en el conflicto no solo plantea un desafío a la arquitectura de seguridad euroatlántica, sino también reconfigura el equilibrio geopolítico global en un momento de alta tensión internacional.
Te puede interesar: Rusia y China profundizan su cooperación en el Ártico entre intereses energéticos y desafíos geopolíticos