Las primeras imágenes satelitales de la base aérea de Belaya, en la región de Irkutsk, confirman el impacto devastador de la operación especial ucraniana “Telaraña” sobre la fuerza aérea estratégica rusa.

Aviones rusos destruidos revelan el impacto de la operación Telaraña
Las imágenes de alta resolución ofrecen una perspectiva clara del alcance de la operación ucraniana, que según fuentes oficiales habría destruido aproximadamente un tercio de la flota de bombarderos de largo alcance basados en territorio ruso.
La magnitud de las pérdidas se traduce en una merma significativa para las capacidades ofensivas de Moscú, en particular por el rol que estas aeronaves desempeñan en la proyección de poder y la capacidad de lanzamiento de misiles de crucero contra objetivos estratégicos en Ucrania.

Se distinguen los contornos de los bombarderos afectados, con fuselajes ennegrecidos y alas dañadas, una clara evidencia del éxito de la operación llevada a cabo por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).
Estas imágenes no solo confirman las afirmaciones iniciales del gobierno ucraniano sobre la magnitud de la operación, sino que también refuerzan la percepción de que Kyiv ha consolidado una capacidad efectiva para golpear objetivos estratégicos profundamente en el territorio ruso.

El contexto es aún más significativo considerando las declaraciones del jefe del SBU, Vasyl Maliuk, quien afirmó que la operación había sido planeada durante más de 18 meses y ejecutada con un nivel de coordinación técnica y logística sin precedentes, ahora, las imágenes difundidas ahora no solo validan esas declaraciones, sino que también dejan al descubierto las vulnerabilidades de las bases aéreas rusas ante ataques de precisión con drones.
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