El presidente estadounidense Donald Trump anunciará este martes el ambicioso proyecto de defensa antimisiles denominado Golden Dome (Domo Dorado, por su nombre en inglés), acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el general Michael Guetlein, actual vicejefe de Operaciones de la Fuerza Espacial.

La medida marca un paso clave en el relanzamiento de una estrategia nacional de defensa aérea ante amenazas emergentes, en un contexto de renovada competencia tecnológica y militar.
Un escudo orbital con proyección estratégica global
Según fuentes oficiales citadas por Reuters, se han asignado 25.000 millones de dólares del presupuesto de defensa para el próximo año fiscal con destino exclusivo al Golden Dome, aunque la Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el costo total podría alcanzar los 500.000 millones de dólares a lo largo de los próximos 20 años.

El sistema incluiría una constelación de entre 400 y 1.000 satélites de seguimiento, destinados a monitorear en tiempo real lanzamientos de misiles balísticos en cualquier parte del mundo, además, una flota adicional de 200 satélites armados con misiles o sistemas láser estaría encargada de interceptar proyectiles enemigos en vuelo, aunque el grupo encabezado por SpaceX no participaría directamente en la militarización de estos activos orbitales, según adelantaron fuentes vinculadas al Pentágono.
Participación privada: SpaceX, Palantir y Anduril como socios estratégicos
SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk, lidera una propuesta conjunta junto a Palantir, especializada en software de análisis, y Anduril, dedicada a soluciones de defensa.

Este esquema de colaboración público-privada refleja una tendencia creciente en el sector defensa estadounidense, donde la innovación y la velocidad de desarrollo del sector tecnológico civil superan en ocasiones las capacidades tradicionales del complejo militar-industrial.
Una Cúpula de Hierro a escala estadounidense
La iniciativa Golden Dome fue impulsada directamente por Trump mediante una orden ejecutiva firmada en enero pasado, en la que encargó al Departamento de Defensa el diseño de un sistema de protección integral del territorio continental frente a ataques con misiles.

Hasta el momento, el Pentágono ha recibido expresiones de interés de más de 180 empresas para sumarse al desarrollo del sistema, lo que refleja la proyección del programa como uno de los pilares estratégicos de defensa de los próximos años.
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