El portaaviones de clase Nimitz USS Harry S. Truman (CVN 75) se retiró recientemente del Mar Rojo tras completar un despliegue prolongado y altamente demandante en la región, según confirmó un funcionario del Departamento de Defensa estadounidense. Actualmente, se encuentra en el Mar Mediterráneo, rumbo a su base de operaciones en Norfolk, Virginia, marcando así el cierre de una etapa operativa signada por misiones de combate, accidentes y una intensificación de las tensiones navales en el entorno del estrecho de Bab el-Mandeb.
Participación en la Operación Rough Rider
El Truman formó parte central de la campaña aérea lanzada por Estados Unidos contra los rebeldes hutíes en Yemen, conocida como Operación Rough Rider. Iniciada como respuesta directa a los ataques con drones y misiles lanzados desde territorio hutí contra embarcaciones comerciales en una de las rutas marítimas más estratégicas del planeta, esta operación buscó degradar la capacidad ofensiva de los rebeldes apoyados por Irán y restaurar la libertad de navegación en el Mar Rojo y el Golfo de Adén.
Durante semanas, el portaaviones operó en un entorno de alta amenaza, lanzando misiones aéreas desde su cubierta en coordinación con otros activos de la Marina estadounidense y de países aliados. No obstante, el 6 de mayo, la administración Trump anunció una pausa indefinida en la campaña, en un aparente intento de abrir canales diplomáticos en el marco de negociaciones regionales más amplias.

Accidentes y redespliegue operativo
Durante el despliegue, la unidad sufrió la pérdida de tres cazas F/A-18 Super Hornet en distintos incidentes, entre ellos un caso de fuego amigo, una colisión con un buque comercial y una falla en el sistema de cables de detención durante un aterrizaje. Aunque no se registraron víctimas fatales, el impacto material y simbólico de los episodios generó cuestionamientos sobre la preparación y respuesta en entornos de alta presión.
Reconfiguración del dispositivo naval
Con la salida del Truman, solo un portaaviones estadounidense permanece desplegado en la región: el USS Carl Vinson, equipado con una ala aérea mixta que incluye cazas furtivos F-35C. Sin embargo, informes recientes de inteligencia de fuente abierta (OSINT) indican que el USS Nimitz podría estar en tránsito desde el Indo-Pacífico hacia Medio Oriente, en lo que sería un redespliegue estratégico para mantener la capacidad de disuasión y proyección de fuerza en un área clave para los intereses marítimos de Occidente.

La rotación de grupos de ataque de portaaviones es una práctica habitual en la doctrina militar de Estados Unidos, pero la velocidad con que se produciría este eventual reemplazo revela una preocupación por no dejar un vacío en una región marcada por la inestabilidad geopolítica, la guerra civil en Yemen, las tensiones entre Irán e Israel, y la creciente competencia con potencias como China y Rusia.
Relevancia estratégica del Mar Rojo
El Mar Rojo representa un corredor vital para el comercio mundial, conectando el Océano Índico con el Mar Mediterráneo a través del Canal de Suez. Más del 12% del comercio marítimo global transita por esta vía, lo que convierte cualquier alteración de su seguridad en una amenaza directa para la economía internacional. La presencia de portaaviones como el Truman cumple un doble rol: garantizar la libertad de navegación y enviar señales de compromiso y capacidad militar a aliados y adversarios por igual.
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