Las delegaciones de Ucrania y Rusia concluyeron el 16 de mayo en Estambul una ronda de negociaciones que duró menos de dos horas y finalizó sin acuerdo sobre un alto al fuego de 30 días, propuesto por Kiev. Durante el encuentro, la parte rusa exigió que Ucrania se retire por completo de las provincias de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, regiones que el presidente ruso Vladímir Putin declaró anexadas a la Federación Rusa tras referendos no reconocidos internacionalmente en 2022.

Créditos: EFE/EPA/MAXIM GUCHEK

Una fuente informada sobre las conversaciones, citada desde Kyiv Independent, señaló que la delegación rusa no mostró tener autoridad real de decisión y deberá regresar a Moscú para consultar los próximos pasos. “La delegación simplemente no tenía ninguna autoridad real”, dijo la fuente, añadiendo que “ahora deben regresar a Moscú para ver qué pueden decir en respuesta a lo que escucharon aquí”. En la misma línea, se indicó que Ucrania propuso un alto el fuego inmediato, un intercambio de prisioneros de guerra de forma integral y una reunión cara a cara entre el presidente Volodímir Zelenski y Vladímir Putin.

Pese a la falta de consenso en cuestiones clave, ambas delegaciones lograron acordar un intercambio de prisioneros de guerra en una proporción de 1.000 por 1.000. El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, quien encabezó la delegación, confirmó el acuerdo sin revelar la fecha del operativo. La confirmación también fue dada por Vladímir Medinski, jefe de la delegación rusa, en declaraciones a medios estatales.

Zelenski consultó a Trump y sus aliados Europeos

Al finalizar la jornada, el presidente Zelenski informó en Telegram que mantuvo una llamada telefónica con el presidente estadounidense Donald Trump y con líderes europeos, entre ellos el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Friedrich Merz, el primer ministro británico Keir Starmer y el primer ministro polaco Donald Tusk. En el intercambio, Zelenski reiteró la disposición de Ucrania a lograr una paz real lo antes posible, y subrayó la importancia de mantener una postura firme frente a Moscú.

Donald Tusk criticó la posición rusa, afirmando en su cuenta de X que “los rusos en Estambul han roto de facto las negociaciones y se han negado a cesar el fuego”. Según la fuente ucraniana, Trump “todavía espera que se pueda hacer algo”, mientras que funcionarios estadounidenses como el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial, Keith Kellogg, observaron con escepticismo el desarrollo de la reunión.

Características y riesgos de un posible acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia

Entre los borradores discutidos para un eventual acuerdo de paz, citados desde Reuters, se contempla una “sólida garantía de seguridad” para Ucrania, posiblemente inspirada en el Artículo 5 de la OTAN. Este tipo de cláusula implicaría que Occidente estaría obligado a intervenir militarmente en caso de una nueva agresión rusa, lo que representa un riesgo de escalada directa entre potencias nucleares. Por otro lado, si las garantías no tienen fuerza vinculante, dejarían a Ucrania vulnerable frente a futuras amenazas, reproduciendo la inseguridad estructural que desencadenó la guerra.

El ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, habla con la prensa tras la reunión trilateral entre Turquía, Rusia y Ucrania en Estambul, Turquía, el 16 de mayo de 2025. Créditos: Arif Hudaverdi Yaman/Anadolu vía Getty Images.

El estatus internacional de Ucrania, especialmente su posible ingreso a la OTAN, sigue siendo un punto de fricción central. Moscú rechaza cualquier vinculación de Ucrania con la Alianza Atlántica y exige una neutralidad permanente, lo que Kiev considera inaceptable. Si bien en 2022 se barajó un esquema de neutralidad a cambio de garantías por parte de potencias globales, las autoridades ucranianas actuales afirman que no cederán en ese punto. Además, Ucrania rechaza la idea de reducir sus capacidades militares, como pretendía Rusia en aquel acuerdo preliminar.

Territorio, un tema sensible

Por otra parte, un posible acuerdo de paz en Ucrania enfrenta múltiples obstáculos, siendo el tema territorial el más sensible. Moscú exige el reconocimiento de su control sobre Crimea, Luhansk y partes de Donetsk, Zaporiyia y Jersón, incluyendo territorios que aún no domina totalmente. Las propuestas más recientes incluso plantean que Ucrania ceda estos territorios formalmente y que Estados Unidos asuma el control de la planta nuclear de Zaporiyia, lo cual Kiev rechaza por completo por considerarlo inconstitucional. Pese a esto, funcionarios ucranianos dejaron entrever que podrían discutir cuestiones territoriales, siempre que primero se logre un alto el fuego efectivo.

Sanciones a Rusia y gas

Otro punto crítico en las negociaciones es el levantamiento de las sanciones occidentales. Rusia busca alivio inmediato, especialmente en el sector energético, aunque existen dudas sobre si los países europeos, Canadá, Japón y otros aliados mantendrán estas medidas por más tiempo. Estados Unidos evalúa opciones para flexibilizar restricciones a cambio de avances concretos hacia la paz, como el cese de hostilidades o incluso posibles acuerdos energéticos trilaterales con Moscú y Arabia Saudita, especialmente en un contexto de precios petroleros a la baja, lo que podría presionar al Kremlin a negociar.

El asesor del Kremlin, Vladimir Medinsky, habla con la prensa junto con otros miembros de una delegación rusa antes de una reunión prevista entre delegados ucranianos, estadounidenses y rusos el 15 de mayo de 2025 en Estambul, Turquía. Créditos: Burak Kara/Getty Images.

Reconstrucción de Ucrania

La reconstrucción de Ucrania también genera fricciones. Kiev y sus aliados occidentales buscan utilizar los 300.000 millones de dólares en activos rusos congelados para financiar la reconstrucción, mientras Moscú insiste en que parte de esos fondos deberían destinarse a las zonas ocupadas. Las diferencias sobre el uso de estos recursos, así como la falta de consenso sobre un alto el fuego previo a las conversaciones, dificultan la posibilidad de avanzar en un acuerdo duradero. Además, persiste la desconfianza sobre la voluntad rusa de cumplir con eventuales compromisos, alimentando la percepción de que Moscú busca solo ganar tiempo.

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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