El programa nuclear de la Fuerza Aérea de EE.UU. atraviesa más complicaciones. Los misiles nucleares LGM-35A Sentinel requerirán la construcción de nuevos silos, incrementando los costos del programa, y atrasando su implementación. Inicialmente, estaba pautado que los silos destinados a los misiles Minuteman III pudieran ser adaptados para el uso de los LGM-35 Sentinel. No obstante, estudios revelaron que esta opción acarrearía aún más dificultades y elevaría el gasto por fuera del presupuesto.

Programa Sentinel

La Fuerza Aérea de EE.UU. está reemplazando su antiguo misil balístico intercontinental (ICBM) LGM-30 Minuteman III por el nuevo LGM-35A Sentinel. Este proyecto forma parte de la modernización del componente terrestre de la tríada nuclear estadounidense. El Centro de Armas Nucleares de la Fuerza Aérea lidera este proceso integral, que abarca desde la adquisición y el sostenimiento hasta la modernización y, finalmente, la eliminación de los sistemas nucleares.

Lanzamiento de un misil balístico intercontinental Minuteman III durante una prueba operativa en la Base de la Fuerza Aérea de Vandenberg, California, Estados Unidos, el 25 de febrero de 2016. Créditos: Reuters/Ian Dudley/Fuerza Aérea de EE. UU.

El Sentinel ha sido diseñado como la opción más rentable para garantizar que esta rama de la disuasión nuclear siga siendo segura, eficaz y confiable hasta al menos 2075. Aunque el sistema Minuteman III ha recibido algunas actualizaciones desde su puesta en servicio en los años setenta, gran parte de su infraestructura básica aún utiliza equipos originales.

La nueva generación de misiles Sentinel reemplazará los 400 misiles Minuteman III actualmente desplegados desde hace más de 50 años en los campos de misiles del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea en las bases F.E. Warren (Wyoming), Malmstrom (Montana) y Minot (Dakota del Norte).

Exceso de presupuesto, retrasos y contratiempos inesperados

Por fuera del inconveniente de los silos, el programa Sentinel no estuvo exento de obstáculos en el pasado. En enero 2024, la Fuerza Aérea notificó al Congreso una violación crítica de la Ley Nunn-McCurdy, debido a un aumento del 81% en los costos proyectados del programa, elevando el total estimado a 140.900 millones de dólares. Esto obligó al Departamento de Defensa a realizar una revisión exhaustiva y a reestructurar el programa para evitar su cancelación automática por mandato legal.

Comunicado de prensa del Departamento de Defensa de EE.UU. sobre la decisión del misil balístico Sentinel conforme a la Ley Nunn-McCurdy, julio 2024. Créditos: Departamento de Defensa de EE.UU.

Por otra parte, en febrero de 2025, la Fuerza Aérea ordenó la suspensión de trabajos significativos en la infraestructura del sistema Sentinel. Esta pausa afectó tanto las instalaciones operativas como los sitios de prueba y entrenamiento en bases clave como Vandenberg, Hill y Dugway, además de dispositivos de formación en otras alas de misiles.

Aunque el misil en sí continúa su desarrollo sin mayores retrasos, las complicaciones logísticas y presupuestarias de su infraestructura terrestre reflejan los enormes desafíos de modernizar una capacidad estratégica crítica no renovada en más de 60 años.

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Redacción
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