Las negociaciones por el pacto nuclear entre Irán y Estados Unidos podrían reactivarse este fin de semana, tras una propuesta presentada por Omán, país que actúa como mediador entre ambas partes.

El medio iraní Nournews anticipó que el encuentro podría tener lugar el domingo, mientras que Axios señaló que el enviado especial de Washington para Medio Oriente, Steve Witkoff, habría expresado la voluntad de la Casa Blanca de concretar una nueva reunión con autoridades iraníes.

Según indicó el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, Teherán está evaluando la iniciativa omaní para celebrar una nueva ronda a comienzos de la próxima semana, aunque por ahora no hay fecha ni lugar confirmados.

No obstante, el viaje previsto del presidente Donald Trump por Medio Oriente podría interferir en los planes, pese a que se habría logrado un “cierto progreso” en los contactos previos.

La diplomacia indirecta se estanca entre misiles, sanciones y presión económica

Desde el 12 de abril, Teherán y Washington mantienen conversaciones indirectas mediadas por Omán, con tres rondas finalizadas y una cuarta que estaba prevista para el sábado pasado en Roma, pero que fue suspendida unilateralmente por Estados Unidos.

Mientras Irán insiste en exigir el levantamiento de las sanciones económicas y preservar su capacidad de enriquecimiento de uranio, Washington busca ampliar la agenda, incluyendo el programa de misiles iraní y su respaldo a grupos armados regionales como los hutíes en Yemen.

El gobierno iraní ha reiterado que no negociará sobre su derecho a desarrollar tecnología nuclear con fines pacíficos, aunque, por su parte, la administración Trump sostiene que el programa atómico de Teherán tiene una dimensión militar encubierta, por lo que ha planteado opciones que van desde el desmantelamiento completo del programa hasta la posibilidad de que Irán importe uranio enriquecido desde terceros países.

Presión máxima, rearme iraní y creciente confrontación regional

La reactivación de sanciones forma parte de la política de “máxima presión” reintroducida por Trump tras su salida del acuerdo nuclear de 2015 (PAIC).

Desde entonces, Irán ha acelerado su programa de enriquecimiento, sobrepasando ampliamente los límites establecidos en el pacto y alimentando las sospechas sobre un eventual uso militar del programa.

En declaraciones recientes, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, remarcó que el objetivo de las nuevas sanciones es “bloquear el acceso iraní a recursos clave para su capacidad balística”. Esta ofensiva no solo apunta a Teherán, sino también a actores externos como China, que desempeñan un rol esencial como proveedores de componentes estratégicos donde la señal política es clara: Estados Unidos no tolerará avances técnicos en el arsenal iraní ni su red de alianzas regionales.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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