En un contexto de incertidumbre frente a la guerra entre Rusia y Ucrania, Europa se encuentra debatiendo cómo reemplazar la ayuda militar de Estados Unidos y afianzar el apoyo a Kiev. Si bien las conversaciones por un alto el fuego se encuentran sobre la mesa, el líder estadounidense Donald Trump ha dejado en claro que el continente debe ser el principal respaldo de Ucrania. 

Esta situación ha generado en el continente europeo la necesidad de abatir las amenazas a su seguridad y aunar los esfuerzos para enfrentar a Rusia sin el apoyo de Washington, su mayor aliado. 

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La necesidad de mostrarse como un bloque fortalecido

En este escenario, Europa se enfrenta a grandes riesgos. “No tenemos una guerra fría, pero sí una guerra caliente en suelo europeo, y la amenaza es existencial. No puede ser más real”, declaró la responsable de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas. Por ello, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cree que es necesario “estar preparados para 2030”, es decir, “haberse rearmado y desarrollado las capacidades para tener una disuasión creíble y una base industrial que sea una ventaja estratégica”.

Para el bloque, Rusia es la principal “amenaza fundamental para la seguridad de Europa en un futuro previsible”, por lo que es crucial no mostrarse débiles. No obstante, si Moscú percibe las falencias de la UE, puede ser capaz de librar una guerra a gran escala en el continente en un plazo de cinco años, afirmó la Primer Ministro danesa, Mette Frederiksen.

Afianzar la unión de Europa en materia armamentística

Por todos estos motivos anteriormente expresados, los funcionarios creen que Europa debe ser capaz de disuadir a posibles invasores de aquí a 2030. En palabras del comisario de Defensa de la UE, Andrius Kubiliu, “los 450 millones de ciudadanos de la UE no deberían tener que depender de 340 millones de estadounidenses para defendernos de 140 millones de rusos, que no pueden derrotar a 38 millones de ucranianos. Realmente podemos hacerlo mejor. Es hora de que asumamos la responsabilidad de la defensa de Europa”.

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Por ello, se han iniciado los planes para comprar más armas en el bloque y a países aliados en lugar de a Estados Unidos. Sin embargo, Reino Unido, Estados Unidos y Turquía quedarán excluidos de los contratos de defensa que serán financiados por un programa de préstamos de la UE de 150.000 millones de euros, a menos que firmen un acuerdo de asociación en materia de seguridad y defensa con la UE.

Este planteo, denominado “Buy European” (Comprá Europeo), es una de las principales posturas actuales para afianzar la unidad del bloque y dejar de depender de países externos. Sin embargo, es probable que se enfrente a la oposición de Estados miembros que quieren una mayor industria europea de defensa pero se oponen a las restricciones del gasto militar

Oportunidades y desafíos para la UE

A grandes rasgos, el gasto en defensa en Europa se ha disparado desde la guerra en Ucrania, alcanzando el 1,9% del PIB en 2024 para 27 Estados miembros, entre los que se incluyen 23 aliados de la OTAN. Y en este contexto, los funcionarios de la UE creen que la cifra puede seguir creciendo porque se recaudarán 800.000 millones de euros en nuevos gastos de defensa: 150.000 millones de préstamos respaldados por la UE obtenidos en los mercados de capitales y 650.000 millones de flexibilidades fiscales que permiten a los Estados miembros endeudarse para defensa sin incumplir las normas fiscales de la UE.

No obstante, para muchos diplomáticos del bloque estos 800.000 millones de euros nunca se harán realidad. Principalmente porque los Estados miembros más “grandes y ricos”, como Alemania y Países Bajos, no tienen intención de contraer préstamos respaldados por la UE, y otros simplemente no quieren aumentar su deuda nacional para defensa.

Créditos: France24

Mientras las opciones se barajan sobre la mesa, el debate sobre cómo reemplazar la ayuda militar estadounidense y fortalecer el apoyo a Ucrania continúa dentro del bloque europeo. Si bien las instituciones europeas buscan formas de unificar estrategias y reforzar su industria armamentística, las divisiones internas y los retos geopolíticos complican el panorama. 

La estrategia “Buy European” parece ser un gran intento, pero enfrenta oposición. Al fin y al cabo, la viabilidad de las opciones de la UE dependerá de la capacidad de los Estados miembros para coordinar esfuerzos y superar estos obstáculos políticos.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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