Rusia anunció la expulsión de dos diplomáticos británicos bajo la acusación de realizar actividades de espionaje en el país. La decisión, comunicada por el Servicio Federal de Seguridad (FSB), se produce en el marco de un deterioro sostenido en las relaciones bilaterales, acentuado por la guerra en Ucrania y la creciente confrontación entre Occidente y Rusia en el ámbito de la inteligencia y la seguridad.
Acusaciones del FSB y contexto diplomático
El FSB informó que los diplomáticos británicos afectados incluyen al segundo secretario de la embajada del Reino Unido en Moscú y al cónyuge de otro funcionario diplomático. Según la agencia de inteligencia rusa, ambos individuos habrían proporcionado información falsa sobre sus actividades y estarían involucrados en operaciones encubiertas de recolección de información para los servicios de inteligencia británicos.
El comunicado del FSB indicó que las investigaciones revelaron la “presencia no declarada” de agentes de inteligencia británicos operando bajo la cobertura diplomática en Moscú. En consecuencia, los dos diplomáticos fueron despojados de su acreditación y se les ordenó abandonar el país en un plazo de dos semanas.

Reacciones de Reino Unido y antecedentes
El Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido rechazó las acusaciones, calificándolas de “infundadas” y parte de una estrategia de desinformación por parte del gobierno ruso. No es la primera vez que Londres y Moscú protagonizan episodios similares. En noviembre de 2024, Rusia ya había expulsado a un segundo secretario de la embajada británica bajo cargos de espionaje. En respuesta, el Reino Unido retiró la acreditación de un diplomático ruso en Londres, lo que derivó en una dinámica de represalias recíprocas.
Históricamente, los casos de expulsiones diplomáticas entre ambas naciones han estado marcados por acusaciones de espionaje y actividades subversivas. En 2018, Reino Unido y varios de sus aliados expulsaron a decenas de diplomáticos rusos tras el intento de asesinato del ex espía ruso Sergei Skripal en suelo británico con el agente nervioso Novichok, un hecho que el gobierno británico atribuyó directamente al Kremlin.

Guerra en Ucrania y escalada de tensiones
El deterioro de las relaciones entre Moscú y Londres también está vinculado a la guerra en Ucrania. Rusia ha acusado reiteradamente a Reino Unido de colaborar con Kiev mediante el suministro de información de inteligencia y asistencia militar. Según el FSB, documentos recientemente obtenidos demostrarían que el Ministerio de Asuntos Exteriores británico ha participado en actividades que buscan “escalar la situación política y militar” en Ucrania.
En este contexto, las expulsiones diplomáticas han pasado a ser una herramienta habitual en la confrontación entre Rusia y Occidente. Londres, por su parte, ha respondido con medidas similares, incluyendo la expulsión de funcionarios rusos y la restricción de acceso a propiedades diplomáticas rusas en el Reino Unido.
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