En medio de crecientes tensiones en la regiรณn con China, Australia recibiรณ el pasado martes un submarino de propulsiรณn nuclear de EE.UU. La decisiรณn estadounidense de accionar de esta manera se enmarca en el acuerdo trilateral de seguridad que mantiene con Australia junto al Reino Unido, denominado AUKUS.

Se espera que el USS Minnesota, que arribรณ recientemente a la HMAS Stirling de Australia, sea la primera visita de un submarino estadounidense al paรญs, considerando que estรกn previstas dos visitas para este 2025. Asimismo, la Armada de EE.UU. compartirรก y compararรก procedimientos de acciรณn con sus homรณlogos australianos en un marco de cooperaciรณn y capacitaciรณn conjunta.
En palabras del vicealmirante Mark Hammond, jefe de la Marina Real Australiana, โesta visita a puerto [del USS Minnesota] sigue al reciente perรญodo de mantenimiento del submarino licitado en el HMAS Stirling, que fue la primera vez que los australianos participaron directamente en el mantenimiento de un submarino de propulsiรณn nuclear estadounidense en Australia. Las Armadas australiana y estadounidense operan con comportamientos compartidos, valores compartidos y un compromiso compartido para garantizar la prosperidad y la seguridad de la regiรณn Indo-Pacรญficaโ.
La postura de Australia frente a la amenaza de China
La presencia de un submarino de propulsiรณn nuclear de EE.UU. en la regiรณn del Indo-Pacรญfico no serรก bien recibida por China, que considera que estas acciones amenazan su seguridad nacional y se consolidan como acciones desestabilizadoras. Pero Australia acogiรณ con satisfacciรณn la llegada del submarino estadounidense, principalmente porque China ha realizado mรบltiples ejercicios cerca de las aguas australianas.
Cabe recordar que China, sin anunciar previamente a las autoridades correspondientes, llevรณ a cabo ejercicios navales en aguas internacionales cercanas a Australia y Nueva Zelanda. Estas maniobras llevaron a que buques civiles que navegaban por la zona tuvieran que desviar su curso, al igual que aviones comerciales que sobrevolaban el รกrea.

Estas acciones llevaron a ambos paรญses occidentales a vigilar los movimientos de los buques chinos. Sus argumentos radicaron en que โasรญ como China tiene derecho a navegar en esa zona, Australia tiene derecho a monitorear sus actividadesโ.
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