Este 2024, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebra su 75º aniversario enfrentándose a un momento crucial como pilar de la seguridad internacional. Desde su fundación en 1949, la OTAN generó una gran cantidad de defensores y detractores, entre aquellos que creen que la alianza tuvo un impacto significativo, evitando guerras a gran escala en Europa, hasta otros que critican que malgastó recursos y exacerbó las tensiones con una Rusia cada vez más amenazada.
La reciente mesa redonda del programa Reimaginación de la Gran Estrategia de Estados Unidos en mayo de 2024, reunió a expertos para discutir el futuro de la OTAN. El debate se centró en si la alianza está preparada para seguir desempeñando su papel en un mundo donde las amenazas y las dinámicas geopolíticas están en constante cambio. Citado por el medio Inkstick, Paul Poast, profesor de la Universidad de Chicago, destacó que la OTAN desempeñó roles cruciales en la disuasión, la democracia y la defensa, adaptándose a las necesidades de cada época.
No obstante, la ampliación de la alianza y las disparidades en el compromiso de sus miembros generó una serie de controversias. Joshua Shifrinson, de la Universidad de Maryland, argumenta que la expansión de la OTAN impulsó una alianza más fragmentada y con intereses divergentes, lo que podría minar su eficacia a largo plazo. Además, las críticas apuntan a que la organización podría estar exacerbando las tensiones con Rusia, lo que, en última instancia, podría ser contraproducente para la seguridad europea .
Otro punto de debate es la dependencia de la OTAN de Estados Unidos. Mark Hannah y Olivia Chilkoti del Instituto de Asuntos Globales señalan que la creciente competencia estratégica entre EE. UU. y China, junto con las demandas internas en el país norteamericano, podrían reducir el compromiso de Washington con la defensa europea. Este cambio podría llevar a una OTAN más centrada en Europa, donde los países europeos asumen un papel más destacado en su propia seguridad .
Otra cuestión clave es el hecho de que la guerra en Ucrania revitalizó las discusiones sobre la relevancia de la OTAN. Jason Davidson, de la Universidad de Mary Washington, observa que, aunque Rusia puede no ser la potencia que alguna vez fue, sigue siendo una amenaza significativa. Los países europeos, especialmente en el flanco oriental, aumentaron su gasto en defensa y están proporcionando apoyo sustancial a Ucrania, indicando una mayor preocupación por la seguridad frente a la agresión rusa.
Lo cierto es que mientras la OTAN celebra su 75º aniversario, también se enfrenta a un momento crucial. Las decisiones que tomen sus miembros en los próximos años definirán si la alianza puede adaptarse a un mundo en rápida transformación y mantener su relevancia como pilar de la seguridad internacional.
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Fuente: Inkstick