Ayer, un almirante del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, reveló la existencia de una estrategia denominada “Hellscape” para evitar una invasión china a Taiwán, en la cual un importante despliegue de vehículos aéreos y navales no tripulados jugaría un papel crucial.
El Almirante Samuel Paparo, en una entrevista con el Washington Post, declaró que aunque no puede divulgar mucha información sobre la estrategia, aseguró que es eficiente y “real”. Esta estrategia incluye el despliegue de medios no tripulados tanto aéreos como navales de superficie y submarinos que rodearían la isla a través del estrecho de Taiwán como primera línea defensiva, ahorrando tiempo. “Quiero convertir el estrecho de Taiwán en un infierno sin tripulación utilizando una serie de capacidades clasificadas“, dijo el Almirante. “Así podré hacerles la vida imposible durante un mes, lo que me dará tiempo para el resto”.
Esta teoría está alineada con la decisión del Departamento de Defensa de Estados Unidos de desplegar un número significativo de sistemas autónomos a largo plazo. En este contexto, el programa Replicator, que ha recibido USD 1.000 millones, se centra en la producción económica de una importante de drones, aprovechando la experiencia que está dejando la guerra entre Rusia y Ucrania.
Cómo se ha observado a lo largo de los años, los vehículos aéreos no tripulados han jugado un fundamental rol en el campo de batalla, entendiendo que estas tecnologías se han vuelto imprescindibles por causar una cantidad de daños desproporcionada en relación con sus costos generales.