Claudia Sheinbaum obtuvo una amplia victoria en las elecciones presidenciales de México, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar la presidencia en la história del país. Con un margen de entre el 58,3% y el 60,7% de los votos, según un conteo rápido de la autoridad electoral, Sheinbaum superó ampliamente a su rival opositora, Xóchitl Gálvez, quien admitió su derrota tras obtener entre el 26,6% y el 28,6% de los votos.
Además, la coalición gobernante Morena también se encamina a lograr una posible mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso, de acuerdo con los resultados preliminares del conteo rápido que el Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer la noche del domingo. Este posible escenario le permitiría al partido ganador y sus aliados alcanzar la mayoría calificada para realizar reformas sin el apoyo de la oposición.
Pero pese al amplio apoyo electoral, Sheinbaum enfrenta un panorama desafiante: Hereda un déficit presupuestario considerable y un crecimiento económico lento, junto con la necesidad de mejorar la seguridad en un país que fue testigo de niveles históricos de violencia. Durante su discurso de victoria, la alcaldesa de la Ciudad de México prometió un gobierno fiscalmente responsable y respetuoso de la autonomía del banco central, así como continuar las políticas de bienestar popular de su predecesor.
También deberá abordar cuestiones clave como la escasez de electricidad y agua, así como atraer inversores y fabricantes para que se establezcan en el país en el marco de la tendencia de nearshoring, donde las empresas buscan acercar sus cadenas de suministro a sus mercados principales.