Rusia planea contratar más soldados para reforzar su ejército mientras continúa su ofensiva en Ucrania. El objetivo es evitar otra movilización masiva de filas que pueda erosionar el apoyo popular a la guerra y provocar un éxodo masivo de rusos, tal como ocurrió en 2022.

Soldados rusos movilizados parten a la guerra en Ucrania. Foto: Euronews

Recientemente, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que en lo que va del año, más de 100.000 nuevos reclutas se unieron a las filas del Ejército, con alrededor de 1.700 personas inscribiéndose como voluntarios diariamente. En este sentido, Rusia apela a generosos incentivos financieros para atraer gente a la guerra, como los aumentos de los pagos regionales hasta un 40% (un promedio de 470.000 rublos). Sumado a un pago federal fijo de 195.000 rublos.

De acuerdo a lo revelado por Pavel Luzin, un experto militar ruso que es miembro de la Fundación Jamestown: “Las autoridades rusas están tratando de no llevar a cabo una nueva movilización, mientras tengan la oportunidad de evitarla”. Además, afirmó que las fuerzas armadas rusas están impulsando a los reclutas actuales a firmar contratos, con la posibilidad de desplegarlos después de cuatro meses de servicio militar.

Y pese a que esto violaría las promesas públicas de no enviar reclutas a la zona de guerra, el Ejército los presiona para cambiar a un contrato profesional. Dichos contratos son oficialmente por un año, pero sólo pueden ser revocados por el Ministerio de Defensa durante la movilización en tiempos de guerra, por lo que son efectivamente permanentes hasta que termine el conflicto, sostuvo Luzin.

Fuente: Bloomberg

Redacción
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