El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el lunes una resolución que demanda un alto el fuego inmediato entre Israel y Hamás durante el mes de Ramadán. La votación resultó con 14 votos a favor y la abstención de Estados Unidos, lo que permitió que la resolución fuera aprobada.
En este sentido, la medida también exige el intercambio de unos 130 rehenes secuestrados en Israel y retenidos en Gaza. Además, hace hincapié en la urgente necesidad de permitir que una amplia ayuda humanitaria ingrese al enclave palestino para abordar la crisis de hambruna que atraviesa la población.
Tras la votación, la cámara del Consejo estalló en aplausos y varios países destacaron lo positivo de la medida, marcando un punto de inflexión en un estancamiento de cinco meses en el conflicto. El representante permanente del Estado observador de Palestina declaró que tras seis meses de sufrimiento, con más de 100.000 palestinos fallecidos o heridos, se había llegado finalmente al punto de exigir un alto el fuego inmediato.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, sostuvo que la resolución adoptada estaba en línea con los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos, Qatar y Egipto para negociar un alto el fuego a cambio de la liberación de los rehenes retenidos en Gaza. Asimismo, explicó que Estados Unidos se abstuvo porque no estaba de acuerdo con todo lo contenido en la resolución, incluido el hecho de no condenar los ataques de Hamás del 7 de octubre.