Según fuentes oficiales israelíes, el gobierno de Netanyahu habría aceptado las condiciones establecidas en la propuesta de compromiso presentada por Estados Unidos durante las conversaciones de Doha con Hamás para lograr un acuerdo de intercambio de rehenes y prisioneros.
La información indica que Israel estaría dispuesta a liberar a 700 presos palestinos a cambio de la liberación de 40 rehenes retenidos por el grupo militante Hamás en la Franja de Gaza. Esta cifra duplicaría las concesiones iniciales planteadas en el llamado “Marco de París”, donde Israel aceptaba liberar 400 presos mientras Hamás exigía entre 800 y 900.
Un alto funcionario israelí reveló que, dentro de los 700 presos a ser excarcelados, el gobierno de Jerusalén aceptaría liberar a 100 condenados por delitos de asesinato contra ciudadanos judíos, superando los 25 casos previstos originalmente. No obstante, Israel insistiría en mantener el derecho de veto sobre la identidad de los reos que serían excarcelados, un punto sensible que podría complicar las negociaciones dado que Hamás busca la liberación de cifras simbólicas.
La “línea roja” de Israel
Además de la liberación de presos, las fuentes indican que Israel estaría dispuesta a permitir el regreso gradual de miles de palestinos al norte de la Franja de Gaza cada día. Sin embargo, el gobierno estableció como línea roja que no habrá un retorno completo de residentes a esa zona, especialmente de hombres en edad de combatir, considerándolo una concesión inaceptable que socavaría los logros alcanzados durante la reciente guerra.