Tal como viene informando Escenario Mundial en las últimas semanas, la República Argentina, a través de la Administración General de Puertos, ha llegado a un acuerdo con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos con el fin de poder asistir, proteger y colaborar en el marco de la Hidrovía Paraná-Paraguay.

A pesar de las múltiples reacciones negativas por parte de los sectores opositores al gobierno de Javier Milei, la administración ha decidido continuar con el acuerdo firmado e ir a fondo para que se efectivice lo antes posible. Con el pasar de los días, la incertidumbre respecto a la rapidez con la cual se llegó a este acuerdo ha levantado dudas respecto a la transparencia del mismo y con ello, la afección a la credibilidad del nuevo gobierno argentino.

Es por esto que Escenario Mundial, a través de un informe presentado por Marcelo Seghini, ha obtenido acceso a una lista de posibles causas y consecuencias del por qué la Argentina ha decidido acudir a los Estados Unidos para garantizar el bienestar de esta ruta fluvial.

Importancia estratégica y comercial de la Hidrovía

Este pasillo tiene una gran relevancia tanto para la explotación minera en el Oeste Argentino como para la actividad agroindustrial en la Cuenca del Plata, además de servir como ruta de acceso para los productos de Bolivia, Paraguay, Uruguay y Brasil hacia el Océano Pacífico. Actúa como el principal componente organizativo del sistema de transporte fluvial en la región.

En una extensión de 3.500.000 kilómetros cuadrados se cultiva y envía la producción de soja y maíz de parte de Bolivia y Brasil, así como de Paraguay, Uruguay y Argentina. Durante el año 2019, 5.000 barcos navegaron por esta cuenca, de los cuales 2.632 llegaron al puerto exportador en Rosario, desde donde se embarcó el 75% de las exportaciones del país, principalmente con destino al sudeste asiático.

A través del Río Paraná transita la mayor parte del comercio exterior argentino, valuado en alrededor de 70 mil millones de dólares anuales, transportado en unos 4.400 buques, de los cuales la mitad transportan granos, con un volumen total de cien millones de toneladas.

Si consideramos que el total de carga en Argentina es de 450 millones de toneladas, el 20% de esta se concentra en la hidrovía, resaltando así su importancia estratégica. Dos de cada tres barcos que parten del país tienen como destino final China, lo que ha tenido un impacto significativo en el desarrollo del sector agrario argentino desde la década de 1990.

Lamentablemente, la hidrovía del Río Paraná también se ha utilizado como una vía para el contrabando de soja.

Una ruta utilizada por el narcotráfico

A lo largo de su historia, el crimen organizado en Argentina ha estado mayormente representado por grupos familiares dedicados al tráfico de drogas. En los últimos años, el notable incremento en el consumo de cocaína y marihuana ha propiciado el crecimiento de estas facciones.

Gran parte de la cocaína y la marihuana ingresan al país a través de Paraguay, con Argentina separada de este país por los ríos Paraguay y Paraná. Aunque las autoridades sostienen que el tráfico de drogas por los ríos es mínimo o inexistente, la escasa vigilancia en las aguas limítrofes facilita el contrabando de diversos productos, desde ropa hasta dispositivos electrónicos y cigarrillos.

Muchos informantes y expertos señalan que se trafican grandes volúmenes de narcóticos por estas vías fluviales, que son navegables durante todo el año. Los decomisos en Europa indican que significativas cantidades de cocaína han sido transportadas desde Asunción a lo largo de los ríos Paraguay y Paraná para ser embarcadas desde los puertos de Buenos Aires o Montevideo.

El Consejo Federal de la Hidrovía carece de un órgano centralizado para recopilar información sobre puertos, embarcaciones y zonas de producción, procesamiento, transporte y embarque, lo que facilita la comisión de actividades ilícitas como contrabando, trata de personas y narcotráfico.

A pesar de los operativos de confiscación de mercancías que han tenido lugar, que han abarcado desde contrabando de cigarrillos hasta indumentaria, combustibles, electrodomésticos, autopartes y alimentos, los controles parecen insuficientes. Un problema fundamental que persiste en Argentina es la falta de un acuerdo internacional entre los países del Mercosur y Bolivia para llevar a cabo operativos conjuntos y ejercer un mayor control en la Hidrovía.

¿Cómo entra Estados Unidos en esta ecuación?

El gobierno de Estados Unidos reitera su compromiso con la promoción de democracias prósperas en toda la región, subrayando los esfuerzos continuos para proteger la patria de las amenazas de espionaje global, especialmente aquellas planteadas por la República Popular China.

La cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y los países de América Latina y el Caribe es de vital importancia, no solo debido a la cercanía geográfica, sino también porque el hemisferio occidental enfrenta desafíos transnacionales, como el crimen organizado, el tráfico de drogas y la migración irregular.

Recientes conclusiones de dos documentos estratégicos del Consejo Atlántico resaltan la necesidad de contrarrestar las influencias negativas de China y Rusia, así como de redefinir la asociación de Estados Unidos con América Latina y el Caribe para abordar los desafíos actuales. Estas afirmaciones fueron hechas por la General Laura Richardson, Comandante del Comando Sur de Estados Unidos, el 19 de marzo de 2024, durante una conferencia en el Atlantic Council.

Tropas estadounidenses desplegadas en Latinoamérica.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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