En medio de tensiones crecientes, las negociaciones entre Israel y Hamás sobre un posible alto el fuego y un acuerdo de rehenes han quedado congeladas. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lamentó las demandas “delirantes” de Hamás, señalando que estas constituyen el principal obstáculo para alcanzar un acuerdo que garantice la liberación de los rehenes.
Netanyahu afirmó que las exigencias de Hamás, que incluyen demandas sobre el Monte del Templo y la permanencia del grupo en el poder en Gaza, son inaceptables y equivalen a una derrota para Israel. La rigidez de Hamás llevó a la decisión de no enviar una segunda delegación a El Cairo para continuar las conversaciones, según Netanyahu.
Familiares de rehenes se manifestaron en Israel, instando a Netanyahu a llegar a un acuerdo inmediato, advirtiendo sobre la creciente amenaza para la vida de los rehenes en Gaza. Netanyahu subrayó que la postura de Israel es una combinación de presión militar y negociaciones firmes para lograr la liberación de los rehenes.
En respuesta, Hamás suspendió todas las negociaciones sobre el alto el fuego y el acuerdo de rehenes hasta el 1 de julio. La organización exige ayuda humanitaria para el norte de la Franja de Gaza como condición previa para reanudar las conversaciones. El primer ministro qatarí, Mohammed Thani, mencionó obstáculos humanitarios en las negociaciones y expresó la esperanza de llegar a un acuerdo pronto.