China ha tomado la decisión de sancionar a cinco empresas de defensa estadounidenses. Esta acción es una respuesta directa a las sanciones previas de Estados Unidos y su reciente venta de armamento a Taiwán, una isla que Pekín considera parte integral de su territorio.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China comunicó el domingo la aplicación de sanciones a estas empresas, entre las que se encuentran BAE Systems Land and Armaments, Alliant Techsystems Operations, AeroVironment, Viasat y Data Link Solutions. Estas medidas tienen como objetivo congelar cualquier activo que estas empresas puedan tener en suelo chino y restringir la posibilidad de que entidades o individuos chinos realicen negocios con ellas.
Las tensiones entre ambas potencias han escalado debido a la reciente venta de armas por parte de Estados Unidos a Taiwán, valorada en 300 millones de dólares. Esta transacción incluye equipamiento, formación y servicios de reparación que buscan mejorar las capacidades defensivas de Taiwán. Aunque desde el Pentágono se asegura que estas ventas buscan fortalecer la defensa de Taiwán ante amenazas actuales y futuras, para China representan una injerencia en sus asuntos internos y una amenaza a su soberanía.
La isla de Taiwán ha sido históricamente un punto de fricción entre Estados Unidos y China. A pesar de que EE.UU. cambió su reconocimiento diplomático a favor de China en 1979, se ha mantenido en la obligación de asegurar que Taiwán tenga la capacidad de defenderse. Esto ha llevado a una serie de movimientos militares por parte de ambas naciones en el estrecho de Taiwán, una vía fluvial vital que separa la isla de China continental.