En la península coreana, la zona enfrenta una de las crisis más intensas en los últimos años. El viernes, Corea del Norte lanzó una serie de proyectiles hacia una isla fronteriza surcoreana, avivando las llamas de una situación ya de por sí volátil. La orden dada por Kim Jong Un a sus fuerzas militares e industriales para que se preparen para un posible conflicto ha elevado las preocupaciones a niveles sin precedentes.

El acto de agresión se centró particularmente cerca de la isla de Yeonpyeong, donde se estima que aproximadamente 200 proyectiles norcoreanos cayeron en aguas cercanas.

Este movimiento beligerante rompe de manera directa el acuerdo intercoreano de 2018, un pacto diseñado con la intención de suavizar las tensiones bilaterales. Corea del Norte había anunciado su retiro unilateral del acuerdo el año anterior, alegando incumplimientos por parte de Corea del Sur.

La respuesta del Sur

En una rápida respuesta a la provocación, Corea del Sur no se quedó atrás: desplegó 400 proyectiles de artillería en dirección norte, una demostración clara de su capacidad y voluntad para responder a las amenazas. Este ejercicio militar, dirigido por la Defensa de las Islas del Noroeste, fue supervisado por altas figuras militares, incluido el ministro de Defensa surcoreano, Shin Won-sik. Durante el ejercicio, se elevó el nivel de alerta de las fuerzas armadas surcoreanas, subrayando la seriedad con la que Seúl toma estas provocaciones.

El ministro de Defensa surcoreano, Shin Won-sik, y el Estado Mayor Conjunto observaron el ejercicio, que fue retransmitido en directo desde el centro de mando.

El Ministerio de Defensa declaró que se había elevado el nivel de alerta de las fuerzas armadas surcoreanas.

También explicó que el ejercicio del Sur estaba dirigido a un objetivo virtual al sur de la NLL (Línea Límite Norte)

El ejército surcoreano dijo que el ejercicio era una respuesta a la provocación norcoreana en la zona de amortiguación establecida a lo largo del NLL bajo el acuerdo militar intercoreano firmado en 2018 para reducir las tensiones en la península coreana.

Dejando a un lado la descarga de artillería de la mañana, el Ministerio de Defensa dijo que no detectó otras actividades inusuales por parte de los militares norcoreanos.

“Debemos estar preparados para tomar represalias con el objetivo de devastar completamente a nuestro enemigo de acuerdo con el principio de tomar medidas inmediatas y abrumadoras para que no se atrevan a provocarnos de nuevo”, dijo Shin. “Debemos apoyar la paz mediante la fuerza abrumadora”.

La Isla de Yeonpyeong

No es la primera vez que la isla de Yeonpyeong se convierte en el epicentro de tensiones. En 2010, un ataque norcoreano en esta misma isla resultó en la muerte de cuatro personas, entre ellas civiles y militares surcoreanos. Estos eventos pasados sirven como recordatorios sombríos de las consecuencias mortales que pueden surgir de estas escaramuzas.

Mientras tanto, las potencias regionales y mundiales observan con preocupación. Washington ha desplegado activos militares, incluido un submarino de propulsión nuclear, y ha llevado a cabo ejercicios militares conjuntos con aliados clave como Japón y Corea del Sur. Estos movimientos buscan disuadir a Pyongyang de cualquier acción imprudente y enviar un mensaje claro sobre la solidaridad entre las naciones aliadas.

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Redacción
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