En medio de los estragos de la guerra en Gaza, Israel ha mantenido su campaña militar en curso contra objetivos militares en Siria y el Líbano, generando preocupaciones acerca de una posible escalada del conflicto a nivel regional.
Las fuerzas israelíes llevaron a cabo ataques en varias ubicaciones, incluyendo infraestructura militar perteneciente al ejército sirio y objetivos terroristas vinculados a Hezbollah en el Líbano. Estas acciones recientes han elevado las tensiones en la región y suscitado temores sobre una posible propagación del conflicto a otras áreas circundantes.
Es importante destacar que Israel ha estado involucrado en combates transfronterizos con Hezbollah y ha realizado repetidos ataques aéreos contra Siria desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre. Estas dinámicas aumentan la preocupación de que el conflicto pueda extenderse más allá de sus fronteras originales, implicando a otros actores regionales.
Los ataques más recientes, llevados a cabo entre el lunes y el martes, han marcado un aumento en las tensiones entre Israel y sus vecinos, que se considera tienen vínculos con Irán, su enemigo común. El ejército israelí ha declarado su compromiso de continuar operando contra cualquier amenaza a la soberanía de Israel. Cabe destacar que estos incidentes ocurren en un contexto en el que Siria e Irán mantienen una alianza regional, respaldando a grupos como Hezbollah, que ha desempeñado un papel significativo en el Líbano y ha respaldado a Hamás en Gaza. La relación entre Israel e Irán es tensa, y los recientes ataques israelíes también han sido percibidos como una respuesta a la presencia iraní en la región.