En medio de la creciente tensión en el Mar Rojo, donde los rebeldes hutíes de Yemen intensificaron sus ataques a barcos comerciales y militares, se generaron una serie de interrogantes sobre sus motivaciones y las posibles consecuencias geopolíticas y económicas.
En este sentido, los hutíes afirmaron que la justificación de sus ataques reside en una medida para presionar a Israel y poner fin a la guerra en Gaza. A nivel interno, estos ataques ganaron popularidad y permitieron al grupo reclutar nuevos combatientes.
El apoyo declarado de los hutíes al pueblo de Gaza es popular en Yemen, y sirvió como una estrategia política para reclutar nuevos combatientes. A pesar de la complejidad de las tensiones internacionales, los hutíes han encontrado en estos ataques una forma de aumentar la presión sobre Arabia Saudita y negociar un alto el fuego a largo plazo.
Asimismo, la posición estratégica de los hutíes en el norte de Yemen – cerca del estrecho de Bab al-Mandeb – fue subestimada, según analistas. Este estrecho resulta clave para el tráfico mundial de portacontenedores y representa el 30% del tráfico mundial, es por ello que los ataques perpetrados llevaron a la suspensión del tránsito por importantes compañías navieras, afectando al transporte de petróleo y gas.