En recientes declaraciones, el presidente argentino, Javier Milei afirmó que tanto Elon Musk como “el Gobierno de Estados Unidos y muchas empresas norteamericanas” están “sumamente interesados en el litio”. Esto generó controversia al dar a entender una preferencia por estos actores en lugar de las provincias argentinas, que actualmente desempeñan un papel vital en la explotación de este recurso estratégico.
Durante una cena televisiva, Milei destacó la necesidad de un marco jurídico que respete el derecho de propiedad, aludiendo indirectamente a una posible externalización del mineral en lugar de depender de las provincias, como Catamarca y Jujuy, que buscan activamente su desarrollo. El carbonato de litio resulta esencial para las baterías de los autos eléctricos de Tesla, el imperio de Musk, lo que añade complejidad a la preferencia del presidente argentino por actores extranjeros.
Argentina se encamina a convertirse en el tercer mayor productor mundial de litio, con proyectos en curso que estiman triplicar la producción de carbonato de litio para 2026, alcanzando las 260.000 toneladas. En la actualidad, el país sudamericano ocupa el cuarto lugar mundial en la producción de carbonato de litio, con proyectos en operación comercial, incluidos Salar de Olaroz, Fénix y Olaroz Cauchari en las provincias de Catamarca y Jujuy.
El interés en el litio se intensificó durante los últimos años debido a la transición energética global y la creciente demanda de minerales, especialmente para baterías de vehículos eléctricos. Sin embargo, la preferencia de Milei por actores extranjeros plantea preguntas sobre el papel futuro de las provincias argentinas en esta industria en auge.