Los servicios de inteligencia rusos llevaron a cabo operaciones de ciberespionaje y “ciberactividad maliciosa” dirigidas a políticos, funcionarios y periodistas británicos de alto perfil en un esfuerzo sostenido por interferir en los procesos políticos del Reino Unido, según el gobierno británico.
El Ministerio de Asuntos Exteriores atribuyó estas operaciones a la agencia rusa FSB, destacando que apuntaron a parlamentarios británicos de diversos partidos desde al menos 2015 hasta este año. El ministro del Ministerio de Asuntos Exteriores, Leo Docherty, informó a los legisladores sobre un grupo cibernético llamado “Star Blizzard” o Callisto Group, supuestamente subordinado a la FSB, que utilizó identidades falsas para enviar enlaces maliciosos a las víctimas.
Este grupo tenía la intención de utilizar la información recopilada para influir en la política británica, afectando no solo a políticos, sino también a figuras públicas, instituciones y diversos sectores. Aunque algunos ataques resultaron en la filtración de documentos, el gobierno afirmó que los intentos de interferencia no han tenido éxito.
El Reino Unido impuso sanciones a un oficial de inteligencia del FSB y a un miembro de Star Blizzard en respuesta a estas operaciones de phishing. El embajador ruso en el Reino Unido fue convocado para expresar las preocupaciones sobre la interferencia.
El sentido del humor británico es maravilloso.