Suecia, en un gesto que podría tener un gran impacto en la situación de seguridad en Europa, ha planteado la posibilidad de enviar sus cazas Gripen a Ucrania, siempre y cuando se cumpla una condición crucial: que Suecia se convierta en miembro de la OTAN.
La iniciativa fue anunciada por el gobierno sueco como parte de un nuevo paquete de asistencia de seguridad para Ucrania. El paquete incluye un encargo a los militares suecos para analizar las condiciones y los efectos de transferir los cazas JAS 39 Gripen a las fuerzas ucranianas. Este análisis abarcará diversos aspectos, desde el impacto en las capacidades de defensa hasta la planificación económica y de defensa de Suecia.
Un elemento destacado en este análisis será el entrenamiento previo que los pilotos ucranianos y el personal de tierra han recibido bajo la supervisión de las Fuerzas Armadas Suecas. Además, se explorarán las posibilidades de un apoyo dentro de la coalición internacional de F-16, un grupo de naciones occidentales comprometidas en entrenar a personal ucraniano en el uso y mantenimiento de aviones de combate F-16 de fabricación estadounidense.
Solo si es miembro de la OTAN
Pål Jonson, Ministro de Defensa sueco, ha señalado que el informe sobre los cazas Gripen se presentará a principios de noviembre, coincidiendo con la presentación de la recomendación del comandante supremo de las fuerzas armadas de Suecia para el próximo proyecto de ley de defensa del país. Sin embargo, ha dejado claro que cualquier apoyo en forma de cazas Gripen dependerá de que Suecia se convierta en miembro de la OTAN.