Por Agustín Gordillo

En un concurrido acto en Asunción, al que asistieron varios mandatarios de la región y representantes internacionales, asumió como presidente de Paraguay Santiago Peña, continuando así con la hegemonía del Partido Colorado que se halla de manera casi ininterrumpida en el poder desde hace 71 años. 

Peña asumió rodeado de mandatarios y ex-mandatarios de la región. No todos comparten su ideología, pero sí serán los representantes con los que tendrá que debatir, cooperar y hasta confrontar en su mandato. Entre ellos estuvo presente Lula da Silva, con quien deberá discutir las cláusulas de uso de la represa Itaipú que Paraguay comparte con Brasil sobre el río Paraná. También estuvo presente el saliente mandatario argentino, Alberto Fernández, con cuyo sucesor debatirá sobre el tratado de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, o sobre la disputa por la Hidrovía. Asimismo, asistieron el presidente chileno, Gabriel Boric, junto con el ex-mandatario trasandino Sebastían Piñera, invitado por Boric, a fin de acercar los extremos políticos de su país y así sobrepasar el impasse político en el que se encuentran. Por último, también concurrieron el mandatario boliviano, Luis Arce, el rey de España Felipe VI, representaciones diplomáticas de Estados Unidos y Taiwán y el expresidente argentino Mauricio Macri.

El flamante mandatario se encuentra con un escenario tumultuoso al asumir. Paraguay tiene a un tercio de su población en situación de pobreza y al 60 % en trabajos informales. Además, tendrá que navegar la disputa por la hidrovía Paraná-Paraguay y el tema Yacyretá. Peña prometió achicar el Estado y mantener las tradiciones católicas y las del partido que domina el poder Ejecutivo, el Legislativo y también el poder Judicial. Además se dirigió a Horacio Cartes, a quién agradeció por “perseverar, sin desmayos, en la construcción de consensos y en la búsqueda de acuerdos por sobre las diferencias”.

La figura de Horacio Cartes

Horacio Cartes, millonario empresario tabacalero, actual presidente del Partido Colorado y quién ejerció el máximo cargo entre 2013 y 2018, fue hallado culpable de corrupción por el Gobierno de Estados Unidos por lo que se le prohibió la entrada al país, acceder a bancos y hacer negocios con empresas estadounidenses.

El Tesoro de Estados Unidos afirma que Cartes “fundó su carrera y continúa apoyándose en la corrupción” y le achaca haber pagado sobornos de hasta 10.000 dólares para impulsar su carrera a la presidencia en 2013. También le acusa de haber invertido al menos un millón de dólares en 2017 para impulsar una reforma constitucional que le permitiera presentarse a un segundo mandato y de seguir pagando sobornos para beneficiar a sus empresas. Ahora Peña tendrá que gobernar bajo el ojo vigilante de quien se lo identifica como su padrino político y bajo la dualidad de poder que su presencia significa.

Política Exterior

Peña anunció que reforzará las firmes relaciones con Estados Unidos e Israel, e incluso prometió mudar la embajada de Tel-Aviv a Jerusalén. También optará por Taiwán en lugar de China, como siempre hace el Partido Colorado desde los tiempos del dictador Alfredo Stroessner. Además, condenó la invasión rusa a Ucrania, y, como novedad, prometió acercarse a Venezuela y reabrir su embajada en Caracas. 

Sobre la Hidrovía y el Corredor Bioceánico, Peña comentó que estos representan oportunidades y desafíos en el marco del Mercosur. “Son delicados procesos de equilibrio entre la integración y la soberanía de nuestros pueblos”, dijo. Y agregó, “Paraguay se está convirtiendo en el centro logístico del Corredor Bioceánico sudamericano, lo cual convierte en una oportunidad nuestra centralidad geográfica y fortalece la integración con países vecinos y mercados del Pacífico. Este corredor comercial impulsará al Mercosur y la Alianza del Pacífico, promoviendo un mayor acercamiento entre ambos bloques. Además, por su intersección con la Hidrovía Paraguay-Paraná, ésta se convertirá en la forma más competitiva para transportar productos de distintos países a los puertos del pacifico, facilitando consensos en la gestión de la navegación fluvial”.

Fuente: Canal Abierto

El camino presidencial que Peña deberá transitar parece ser todo menos recto y seguro. Solo el tiempo dirá si es capaz de sortear los desafíos tanto internos como externos para así cumplir con su objetivo de “lograr que todos los paraguayos estén mejor y que el mundo sea testigo del resurgir de un gigante”. 

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Redacción
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