Durante la última década, Chile ha sido considerado un país atractivo para las empresas extranjeras debido a su marco legal regulatorio estable. Y en contraste, Argentina ha sido visto como un país con intervención estatal y extensas regulaciones que dificultan el negocio. Sin embargo, en lo que respecta a la industria del litio, los roles se revirtieron y Argentina ha prosperado en los últimos meses gracias a su regulación relativamente ligera y atractivos incentivos fiscales para atraer inversiones extranjeras.
En este sentido, el Gobierno argentino ha simplificado el proceso de permisos al tiempo que redujo los obstáculos burocráticos para el desarrollo de la industria del litio, lo que ha llevado a un aumento de la inversión extranjera en el sector. Son muchas las multinacionales mineras que fijaron su interés por invertir en el mercado de litio argentino, sumado a las empresas que ya desarrollan proyectos como es el caso de Livent, Allkem, Ganfeng Lithium y Lithium Americas, que están progresando y estiman expandir su producción en los próximos años.
Cambio en la narrativa
Este cambio en la narrativa de los ambos países sudamericanos – parte del conocido “Triángulo del Litio” – ha sido especialmente significativo en la industria del litio, donde Chile es el principal productor mundial del mineral junto con el mayor productor de litio del mundo, la compañía chilena SQM. Sin embargo, Argentina tomó ventaja en esta carrera por la producción del mineral ya que, gracias a la regulación más flexible y al aumento de la inversión extranjera, ha aumentado significativamente su producción en los últimos años,
Pero a pesar del éxito reciente de Argentina, Chile todavía posee ciertas ventajas en la industria del litio debido a su experiencia y liderazgo en el sector, así como a su infraestructura y cadena de suministro bien establecidas. Al respecto, las empresas en Chile han estado trabajando en la mejora de su huella ambiental, lo que puede llegar a constituirse como una ventaja competitiva en el futuro para el país.
Lo que he aprendido es que no importa cuanto vendas sino lo que te queda como ganancia. Entonces la pregunta es cuánto me queda de la Producción del Litio para pagar la gran Deuda que tiene el País, mi Argentina?